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Odres Colectivos

Los Odres Viejos

 

Odres Colectivos

 

Precisemos ahora los tres odres que la iglesia debe sustituir con urgencia, si quiere situarse en un presente al que se ha mostrado esquiva.
LA TRADICION. ¡Cómo cambian las cosas! La Reforma Protestante  se originó, entre otras razones, porque el catolicismo romano había cometido el despropósito de colocar la tradición al nivel de la Escritura como fuente de doctrina.  Hoy, ¡quien lo creyera! muchos defienden las sacrosantas tradiciones evangélicas con celo digno de mejor causa.  Se oye cada día más cercana la voz de Jesucristo:

 

Y añadió:
-¡Qué buena manera tienen ustedes de dejar a un lado los mandamientos de Dios para mantener sus propias tradiciones! Marcos 7:9

 

Muchas iglesias hacen las cosas como se hacían hace quinientos años;  otras, que se juzgan a sí mismas como muy  modernas, andan en la segunda mitad del siglo XIX; y las más avanzadas, las que se consideran in, todavía se hallan ancladas en la primera del XX.  Unas y otras se atan a viejas tradiciones y, por así decirlo, crean tradiciones nuevas, pues sus líderes están bien persuadidos de que sus ‘revelaciones’ son eternas y no coyunturales.  El tiempo, en tanto, sigue su marcha inexorable sobre la humana tozudez de los tradicionalistas que creen honrar mejor a Dios que quienes futurizan las percepción de los cambiantes fenómenos sociológicos.

 

El les contesto:
-Tenía razón Isaías cuando profetizó a cerca de ustedes, hipócritas, según está escrito:
‘Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mi. En vano me adoran; sus enseñanzas no son más que reglas humanas.   Marcos 7:6-7

 

El signo claro de que alguien ha conocido la verdad es que disfruta de la libertad.  Cualquier  forma de servidumbre (y la tradición lo es y muy pesada) contraría tan inocultable realidad.

 

(Darío Silva-Silva. Extractado del libro El Eterno Presente, página 118-119)

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