Jesús te doy gracias por la oportunidad que me das de estar a tu servicio, ayúdame a administrar lo que me has confiado. Que seamos considerados servidores y administradores de Cristo.
Dios, que siempre tenga presente que soy templo donde habita tu Espíritu, ayúdame a ser un buen mayordomo de tu templo. Somos templo de Dios y el Espíritu de Dios habita en nosotros.
Padre, quiero amarte cada día más y así ver tu favor en mi vida que sobrepasa mi entendimiento. Lo que Dios ha preparado para quienes le amamos sobrepasa todo entendimiento.
No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cómo es la voluntad de Dios: buena, agradable y perfecta.
Señor, gracias por haberme escogido a pesar de mi insensatez y debilidad para tus propósitos. Dios escoge lo insensato y débil del mundo para avergonzar a los sabios y poderosos.
Jesús, ayúdame a permanecer en unidad contigo y ser agradecido por la riqueza que me das en palabra y conocimiento. Eres enriquecido en palabra y conocimiento, unido a Cristo.