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La muerte de la muerte (Parte 5)

A propósito, el biólogo y pastor español Antonio Cruz ha demolido completamente el ya vetusto edificio del evolucionismo en su documentada obra ‘Darwin no mató a Dios’, que puntualiza, una a una, las inconsistencias de la que hoy es solo una teoría sobre una teoría. Nunca se olvide que ciencia es evidencia, no conjetura. 23  El único eslabón perdido que siempre debe buscarse con esmero es el que separa a Adán-Darwin de Cristo, el mismo que la Serpiente logró extraviar en el Edén durante ‘el origen de las especies’: el eslabón perdido espiritual, que es el ‘Homínido’ Divino colgado de la cruz. Y, a propósito de muerte y resurrección, hay quienes dudan de ambas en el caso de Jesús, lo cual crea un doble dilema: si no  murió, su cuerpo era imperecedero; si no resucitó, ¿dónde están sus restos? En este caso, no hay rastros del cadáver en ninguna parte, aunque se sabe  que José de Arimatea cedió el sepulcro de su propiedad para un  sepelio de un muerto real. (Mateo 27:59,60). A principios del siglo XX, investigadores británicos en Palestina ubicaron el lugar exacto, no donde Roma hace turismo con el llamado “santo sepulcro”, sino en el propio monte de la Calavera, que tú puedes visitar. Debes estar preparado, eso sí, para emociones fuertes, porque a la salida de la gruta tropezarás con un letrero que dice: “Él no está aquí, Él resucitó”. El apóstol Pablo considera la certeza de la resurrección como el meollo mismo de la fe cristiana: «Si no hay resurrección, entonces ni siquiera Cristo ha resucitado. Y si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación no sirve para nada, como tampoco la fe de ustedes. Aún más, resultaríamos falsos testigos de Dios por haber testificado que Dios resucitó a Cristo, lo cual no habría sucedido, si en verdad los muertos no resucitan. Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo ha resucitado». (1 Corintios 15:13-16) No cabe duda. La clave maestra del ‘Código Jesús’ es el hecho terminante de que Él se levantó del sepulcro: El aplaudido novelista John Updike lo dice en un  breve poema, de forma lírica y dramática por igual.

“No cometamos un error: si resucitó del todo fue con su cuerpo; si la disolución de las células no se revirtió, las moléculas no se reunieron los aminoácidos no se reavivaron, la Iglesia sucumbirá”. 24

Jesús es la resurrección y la vida; y, cuando estés en su presencia, él sólo te preguntará, como a Marta: —¿Crees esto? El deseo de mi corazón es que puedas contestar sencillamente como ella lo hizo: —Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios que has venido al mundo. (Darío Silva-Silva. Extractado del libro El Código Jesús, páginas 106-109)  (23) nota alcalce: Antonio Cruz, Darwin no mató a Dios, Editorial Vida, Miami, Florida, 2004. (24) nota alcalce: Philip Yancey, El Jesús que nunca conocí, Editorial Vida, Miami, Florida, 1996, pag. 220   VISIÓN INTEGRAL (Antología de textos de nuestro pastor presidente)
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