INQUISICIÓN
Latinoamérica -o lo que así llamamos- recibió la versión cristiana de Roma, en el momento más radical de ese sistema: La contrareforma.
Los más activos misioneros católicos en estas tierras fueron, precisamente, los discípulos de Ignacio de Loyola y Domingo de Guzmán, dos ramas particularmente virulentas en la defensa de esa religión. Los jesuitas, pervirtiendo el postulado paulino de hacerse todo a todos para ganar al mayor número, desembocaron en la contemporización y, finalmente, en la casuística y el probabilismo. Los dominicos, por su parte, prestaron el servicio de traer la Inquisición, que cobra su primera víctima el 13 de Marzo de 1622 en la persona de Adam Eaton.A este ciudadano se le encontraron varios libros protestantes y fue reducido a prisión por dos años, a través de los cuales, métodos persuasivos inimaginables no alcanzaron a convencerlo de abjurar a su fe. En la citada fecha fue llevado a la hoguera, sin necesidad de atarlo, ya que mostró mansedumbre y resignación ejemplares. En Cartagena de Indias, escenario de este crimen execrable, fue comidilla social por años la contumacia del hereje, a quien –según el ilustrado concepto de las beatas- el diablo dió fuerzas para no quejarse mientras las llamas consumían sus carnes. El Santo Oficio imposibilitó la Reforma, pero permaneció complaciente ante la contaminación del sistema religioso cuya integridad decía defender.