18Jesús se acercó entonces a ellos y dijo:
—Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. 19Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.
El SEÑOR, nos comisiona y nos envía. Nos envía a hacer discípulos, a enseñar y compartir.
La obediencia es la clave de la bendición. Y obedecerlo es una seguridad para el creyente.