11«¿De qué me sirven sus muchos sacrificios?», dice el Señor . «Harto estoy de holocaustos de carneros y de la grasa de animales engordados; la sangre de novillos, corderos y machos cabríos no me complace.12¿Por qué vienen a presentarse ante mí? ¿Quién les mandó traer animales para que pisotearan mis atrios?13 No me signifiquen trayendo vanas ofrendas; El incienso es para mí una abominación. Luna nueva, día de reposo, asambleas convocadas; ¡No soporto sus asambleas que me ofenden!14Yo aborrezco sus lunas nuevas y festividades; se me han vuelto una carga que estoy cansado de soportar.15Cuando levantan sus manos, yo aparte de ustedes mis ojos; aunque multipliquen sus oraciones, no las escucharé. »¡Tienen las manos llenas de sangre!
Diác. Javier González