―Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.
En la medida que nosotros comenzamos a dejarnos guiar por su palabra y vamos desarrollando fe bibliocéntrica, nos iremos afirmando en el camino, en verdad y viviendo como Él dice.
- El pecado y la corrupción
- La incredulidad
- La antigua naturaleza pecaminosa
- La mente
- Un corazón endurecido
- La religión
- La idolatría