8El Señor dice:
«Yo te instruiré,
yo te mostraré el camino que debes seguir;
yo te daré consejos y velaré por ti.
9No seas como el mulo o el caballo,
que no tienen discernimiento,
y cuyo brío hay que domar con brida y freno
para acercarlos a ti».
10Muchos son los sufrimientos de los malvados,
pero el gran amor del Señor
envuelve a los que en él confían.
11¡Alégrense, ustedes los justos;
regocíjense en el Señor!
¡Canten todos ustedes,
los de corazón sincero!