1 Cuando Samuel entró en años, puso a sus hijos como líderes de Israel, 2 con sede en Berseba. El hijo mayor se llamaba Joel y el segundo, Abías. 3 Pero ninguno de los dos siguió el ejemplo de su padre, sino que ambos se dejaron guiar por la avaricia, aceptando sobornos y pervirtiendo la justicia. 4 Por eso se reunieron todos los jefes de Israel y fueron a Ramá para hablar con Samuel. 5 Le dijeron: «Tú has envejecido ya, y tus hijos no siguen tu ejemplo. Mejor danos un rey que nos gobierne, como lo tienen todas las naciones». 6 Cuando dijeron que querían tener un rey, Samuel se disgustó. Entonces se puso a orar al SEÑOR, 7 pero el SEÑOR dijo: «Hazle caso al pueblo en todo lo que te diga. En realidad, no te han rechazado a ti, sino a mí, pues no quieren que yo reine sobre ellos. 8 Te están tratando del mismo modo que me han tratado a mí desde el día en que los saqué de Egipto hasta hoy. Me han abandonado para servir a otros dioses.9 Así que hazles caso, pero adviérteles claramente cómo el rey los tratará».
Diác. Marco Gómez y Vanessa Reinoso