42 «Padre, si quieres, no me hagas beber este trago amargo; pero no se cumpla mi voluntad, sino la tuya». ‘
La conmemoración dentro de la Semana Santa del día en que murió Jesús. Junto con el
Jueves Santos son los días más santos de la piedad cristiana. Convertido en el centro del
Triduo Santo que sirve de pórtico al gran recuerdo de la Pascua, el Viernes ha sido vivido como
el día de silencio y penitencia, multiplicándose desde la Edad Media los gestos y actos rituales:
procesión, plegarias, ayunos, penitencias, conferencias.
La Iglesia, desde tiempos medievales suprimió la Eucaristía en esta jornada de luto y
arrepentimiento por los pecados que quitaron la vida a Jesús.
Ha sido un día de exhibición de imágenes y de conmemoración de recuerdos religiosos, siendo
día festivo en la mayor parte de los países de cultura cristiana. Los oficios litúrgicos que se
celebran en esta jornada fueron siempre de tono triste y funerario haciendo contraste con el
regocijo pascual que se avecina.
Investigando acera de este día, me encontré con una cuidadoso y detallado estudio de los
hechos y haré uso de apartes para enriquecer nuestra fe.