8Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos o que muramos, del Señor somos. 9Para esto mismo murió Cristo y volvió a vivir, para ser Señor tanto de los que han muerto como de los que aún viven.
¿Aún vivimos?
Sí, aún vivimos, entonces cristo debe ser nuestro señor. Usted no le pertence a nadie mas que al SEÑOR.