pues aunque vivimos en el mundo, no libramos batallas como lo hace el mundo. Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas. Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que obedezca a Cristo.
Antes de que Jesucristo llegara a nuestras vidas, en nuestra mente se levantaron pensamientos en contra del verdadero conocimiento de Dios. Puesto que todos nacemos espiritualmente muertos en nuestros delitos y pecados, no tenemos ni la presencia de Dios en nuestras vidas, ni el conocimiento de sus caminos. Así, que todos aprendimos a vivir una vida independiente de Dios.
Parte 1
Romanos 12:2, Romanos 8:15
- Mentira: que mi Padre DIOS es distante y que no se interesa en mí. Verdad: Él es cercano y se involucra en mi vida Salmo 139:1-18
- Mentira: DIOS es un Padre insensible e indiferente. Verdad: nuestro DIOS, es un Padre amable y compasivo Salmo 103: 8-14, Jeremías 32:39-41