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Meros Administradores

13»Ningún sirviente puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro o querrá mucho a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a la vez a Dios y a las riquezas». 14Oían todo esto los fariseos, a quienes les encantaba el dinero, y se burlaban de Jesús.

Meros Administradores

José Jorge Montero

Como encargados de algo, como administradores algunos creyentes se hacen esta pregunta. ¿El diezmo, está presente aún hoy o es parte del pasado?

  • Las bases

1.1 Antiguo Testamento

Desde el comienzo de la palabra del Señor podemos ver cómo el dar hace parte importante de la enseñanza que Dios nos da.

En Génesis 3 Se conoce la primera ofrenda, Caín y Abel, uno la trae de lo que da la tierra, el otro de los animales. En aquél entonces no existía una instrucción sobre dar ni su frecuencia.

En Génesis 8 Noé da una ofrenda al salir del diluvio, luego de ser salvado con su familia.

En Génesis 12 Abraham recibe el llamado del Señor como nueva nación y en Génesis 14 da una ofrenda voluntaria.

 

Hasta acá, las ofrendas surgían por iniciativa propia motivados por amor y gratitud a Dios.

Surge la ofrenda obligatoria desde Moisés, Levítico 27 instituyó el diezmo del Señor o de los levitas, recolectado para los sacerdotes, esta tribu estaba dedicada exclusivamente al servicio en el templo y al Señor. El impuesto de todas las demás tribus era para proveer sus necesidades el 10% de toda la tierra semillas o frutos.

 

1.2 El ejemplo de los apóstoles

“Todos los creyentes eran de un solo sentir y pensar. Nadie consideraba suya ninguna de sus posesiones, sino que las compartían.”

Hechos 4:32

 

2 corintios 9:5-7 Esta cita bíblica la utilizan muchas personas para justificar que el diezmo ya no va más, sino que solo es la ofrenda, pero ya vimos cómo el diezmo es algo que surge antes de la ley incluso, y que en el nuevo testamento no encontraremos tantas referencias, ya que el asunto del diezmo queda claro desde el A.T.

 

Ahora bien, el hecho de que ninguno de los apóstoles ni Pablo mismo en sus cartas hablan de la cancelación de tales impuestos, no justifica que hayan quedado abolidos.  Entonces, ¿Debemos o no cumplir con todo ello?  Veamos la enseñanza en Jesús.

 

  • El ejemplo de Jesús

“21 »Así le sucede al que acumula riquezas para sí mismo, en vez de ser rico delante de Dios». No se preocupen 22 Luego dijo Jesús a sus discípulos: —Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán; ni por su cuerpo, con qué se vestirán. 23 La vida tiene más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa.”

Lucas 12:21-23

 

Mateo 23:23 Jesús enseña a ocuparse de los asuntos de la ley, como el dar los diezmos, los impuestos del templo e igualmente atender los asuntos de relacionados con la misericordia, como atender a un extranjero atacado, como el caso del buen samaritano; en cuanto a la justicia, ocuparse de las viudas y de los pobres y ante todo la fidelidad a Dios, serle fiel en todo. Los fariseos amaban el dinero, más que practicar lo otro y esto no solo a ellos, recordemos lo que dijo Pablo a Timoteo y recordemos también a Jesús en Lucas

 

  • Nuestro ejemplo

3.1 ¿Qué somos?

Meros administradores, Ad minister: por debajo de – quien ministra, quien sirve, sirviente, subordinado.  Entonces significa, Quien sirve hacia otro (Dios en nuestro caso).

¿Qué administramos? Lo que no es nuestro.

“»La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra es mía y ustedes no son aquí más que forasteros y huéspedes.”

Levítico 25:23

 

3.2 Nuestra acción

Como creyentes en Dios, y apegados a su palabra, debemos guardar y proteger con celo las verdades de la fe, aquí vimos de manera extensa los argumentos bíblicos por los cuales es vigente el diezmo, pero ni Dios pudiendo obligar te obliga, el diezmo para el cristiano maduro es una cuestión de fe, obediencia y confianza. 

 

De fe: porque no confiamos en lo que tenemos, ni en nuestros recursos, confiamos en el Dios de los recursos.

En obediencia: porque El Señor nos dio esa instrucción, y como siervos obedientes que hemos visto que Dios nos da los mandamientos para nuestro bienestar y seguridad, lo hacemos 

De confianza: porque si Dios todo poderoso, dueño de todo lo que existe, que nos ha demostrado su fidelidad y nunca ha faltado a ninguna de sus promesas no nos inspira, nadie más puede hacerlo, cuando diezmamos, le estamos diciendo a Dios, No dependo de mis fuerzas, Te creo porque tú me amas y confío en ti, porque tú nunca fallas.

 

Conclusión

Que concluimos pues, la visión de nuestra iglesia enseña la Palabra en su totalidad y no busca manipularla sino más bien, entregarla para que el Espíritu santo prenda ese furor en el hombre sensato que lleva a la práctica la palabra y no solo lo que le conviene.

 

Que no obligamos ni señalamos en carteles, sino que buscamos que quienes lleguen, adopten la visión completa y no una parte, involucra dar los diezmos de lo que reciben y ofrendar con un corazón alegre, servir y poner a disposición de la iglesia sus dones y talentos y contestar al llamado cuando se convoque para dar al necesitado.

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