El que no tiene el Espíritu no acepta lo que procede del Espíritu de Dios, pues para él es locura. No puede entenderlo, porque hay que discernirlo espiritualmente. En cambio, el que es espiritual lo juzga todo, aunque él mismo no está sujeto al juicio de nadie, porque
Tenemos que morir, encontrarnos con Dios y nacer de nuevo, para iniciar la regeneración, que durará toda la vida.
- Primer Adán (La generación)
- La degeneración
- La regeneración
El nuevo nacimiento
- El primer acto es la conversión
- La regeneración
- Lo que no es la regeneración
- Lo que si es la regeneración