7Y como ellos lo acosaban a preguntas, Jesús se incorporó y les dijo: —Aquel de ustedes que esté libre de pecado, que tire la primera piedra. 8E inclinándose de nuevo, siguió escribiendo en el suelo. 9Al oír esto, se fueron retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos, hasta dejar a Jesús solo con la mujer, que aún seguía allí. 10Entonces él se incorporó y le preguntó: —Mujer, ¿dónde están? ¿Ya nadie te condena? 11—Nadie, Señor. Jesús dijo: —Tampoco yo te condeno. Ahora vete, y no vuelvas a pecar.