11 El SEÑOR le ordenó: —Sal y preséntate ante mí en la montaña, porque estoy a punto de pasar por allí.
Cuando pensamos en estar en contacto con Dios puede que surja la pregunta ¿Cómo lo hago? Y no es menospreciable preguntárselo, ya que, podemos tener muchas maneras de hacerlo, incluso incorrectas y creer que estamos en lo correcto. Entendamos, pues, que el estar en contacto con Dios es algo que Él ha tenido la iniciativa, pero, que, para mantener ese contacto, el cual nos beneficia, debemos obedecerle para que como iglesia seamos la luz y sal de nuestra sociedad.