Prédicas de una pertenecientes a una iglesia local.
2 Sam 8-10, El Dios de la Victoria y la restitución
Pasado algún tiempo, David derrotó a los filisteos y los subyugó, quitándoles el control de Méteg Amá.
Eres un mentor
Al irse de allí, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a la mesa de recaudación de impuestos. «Sígueme» —dijo Jesús. Y Mateo se levantó y lo siguió.
Validación idea de negocio
Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca.
¡En aquel día!
Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros?”.