1El que habita al abrigo del Altísimo descansará a la sombra del Todopoderoso. 2Yo digo al Señor: «Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío». 3Solo él puede librarte de las trampas del cazador y de mortíferas plagas, 4pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. Su verdad será tu escudo y tu baluarte. 5No temerás el terror de la noche ni la flecha que vuela de día 6ni la plaga que acecha en las sombras ni la peste que destruye a mediodía. 7Podrán caer a tu lado mil y diez mil a tu derecha, pero a ti no te afectará. 8No tendrás más que abrir bien los ojos para ver a los impíos recibir su merecido. 9Ya que has puesto al Señor por tu refugio, al Altísimo por tu protección, 10ningún mal habrá de sobrevenirte, ningún desastre llegará a tu hogar. 11Porque él ordenará que sus ángeles te protejan en todos tus caminos. 12Con sus propias manos te sostendrán para que no tropieces con piedra alguna. 13Aplastarás al león y a la víbora; hollarás al cachorro de león y a la serpiente. 14«Yo lo libraré, porque él me ama; lo protegeré, porque conoce mi nombre. 15Él me invocará y yo le responderé; estaré con él en momentos de angustia, lo libraré y lo llenaré de honores. 16Lo colmaré con muchos años de vida y le haré gozar de mi salvación».
Si logras poner en tu mente y corazón la verdad de la palabra de Dios, hoy en medio de este mundo tan incierto, con tanta inseguridad, con tanta depravación, con tanta indiferencia hacia Dios, con todos los problemas que se presenten, lograrás tener paz interior y sobreponerte a toda circunstancia.
Rev. Eduardo Rojas
Fortalernos con Su poder. Efesios 6:10
- Confiar en Dios. Salmos 91:1-2
- Protección frente a peligros. Salmo 91:3