19Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús.
Rev. Jaime Blanco
El domingo anterior identificamos dos de nuestras verdaderas necesidades, aquellas que no nos es posible alcanzar por más que lo intentemos, ser aceptado y la inocencia, retornadas por la obra del segundo Adán, Jesús; nada igualará Su obra. Cualquier esfuerzo para ser aceptado será infructuoso, doloroso y desalentador; Jesús experimentó el rechazo de los suyos, sin embargo EL vino para agradar al Padre, de tal manera que pudo cumplir el Plan, por otra parte, cualquier acción no nos regresará la inocencia, la capacidad de creer se perdió en Edén por la culpa y la vergüenza del pecado que pesaba sobre los primeros padres, en nosotros pesa la culpa y la vergüenza por las acciones de pecado que cometemos al buscar satisfacer necesidades legítimas por medios ilegítimos.
Hoy cerraremos la brecha del vacío causada por el pecado al arrebatarnos esas necesidades que jamás podremos satisfacer sin importar las acciones emprendidas.
3. Identidad
Juan 1:12 “Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hechos hijos de Dios” creer y recibir a Jesús es el medio para hacernos hijos de Dios, recuperamos la filiación, tenemos identidad.
Identidad, necesidad esencial provista por Dios Padre tanto al hombre como a la mujer es la única que ofrece seguridad a cada uno. Cristo nos provee de seguridad al darnos identidad y con ella llega:
- Posición – Efesios 2:6 “Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales,” Estamos en el Cielo con los pies en la tierra, posicionalmente estamos con Él.
- Ciudadanía – Efesios 2:19 “Por lo tanto, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos del pueblo elegido y miembros de la familia de Dios, 20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular” Pablo hablaba con propiedad era conocedor, la ciudadanía romana, nuestra ciudadanía está en el cielo
- Sello – Efesios 1:13-14 “En él también uds, cuando oyeron el mensaje de la verdad, el evangelio que les trajo la salvación, y lo creyeron, fueron marcados con el sello que es el Espíritu Santo prometido. 14Este garantiza nuestra herencia hasta que llegue la redención final del pueblo adquirido por Dios, para alabanza de su gloria”
- Herencia – Romanos 8:17 “Y si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo” se nos ha dado también la herencia de lo espiritual, pero hemos de padecer juntamente con Él. Somos herederos de todo lo que Dios tiene, en el AT se dio una herencia a Israel, en el NT se da la herencia a la Iglesia por medio de Cristo. Hombre y mujer coherederos, con roles diferentes.
4. Autoridad
A cambio de dominar somos dominados, a cambio de gobernar somos gobernados, a cambio de tener fortaleza nos quiebra la debilidad e indefensión, terminamos por ceder a las fórmulas del mundo para ser aceptados y no avergonzarnos por estar fuera de su estilo de vida, necesitamos recuperar el dominio propio y así ejercer el dominio sobre nuestro cuerpo, alma y espíritu.
Mateo 20: 25-26 “Jesús los llamó y les dijo: -Como ustedes saben, los gobernantes de las naciones oprimen a los súbditos, y los altos oficiales abusan de su autoridad. 26Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor” El ser humano mientras esté en el mundo estará sujeto a autoridad, sin embargo, Dios lo había puesto por encima de la Creación, debía gobernarla someterla y ponerla bajo juicio.
Cristo es el único que puede satisfacer las necesidades mas básicas de la humanidad: identidad, la aceptación, la seguridad y el significado.
Conclusión
Al conocer la verdad podemos reconocer la pérdida de tiempo al buscar satisfacer unas necesidades creadas por el mundo la carne o el enemigo convirtiéndose en el desvío de la atención esencial, buscar el reino de Dios y su justicia y así, y solo así, estas cosas nos serán añadidas; estas necesidades son eternas y nos equipan para la eternidad, al contrario de las necesidades físicas que son perentorias.
