1 Señor, tú me examinas y me conoces.2 Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; aun a la distancia me lees el pensamiento.3 Mis trajines y descansos los conoces; todos mis caminos te son familiares.4 No me llega aún la palabra a la lengua cuando tú, Señor, ya la sabes toda.5 Tu protección me envuelve por completo; me cubres con la palma de tu mano.
Rev. David y Daniela Espíndola