12Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a quienes lo aman. 13Que nadie, al ser tentado, diga: «Es Dios quien me tienta». Porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni tampoco tienta él a nadie. 14Todo lo contrario, cada uno es tentado cuando sus propios malos deseos lo arrastran y seducen. 15Luego, cuando el deseo ha concebido, engendra el pecado; y el pecado, una vez que ha sido consumado, da a luz la muerte
Párrafo introductorio de la predica
1. Yo reconozco.
Mateo 5:3 NVI
Dichosos los pobres en espíritu, porque el reino de los cielos les pertenece.
Mateo 5:3 NTV
Dios bendice a los que son pobres en espíritu y se dan cuenta de la necesidad que tienen de él
2. Llenarse del Espíritu de Dios
Efesios 5:15 – 20
Vivir por el poder del Espíritu
15 Así que tengan cuidado de cómo viven. No vivan como necios sino como sabios. 16 Saquen el mayor provecho de cada oportunidad en estos días malos. 17 No actúen sin pensar, más bien procuren entender lo que el Señor quiere que hagan. 18 No se emborrachen con vino (no se entreguen a sus vicios), porque eso les arruinará la vida. En cambio, sean llenos del Espíritu Santo 19 cantando salmos e himnos y canciones espirituales entre ustedes, y haciendo música al Señor en el corazón. 20 Y den gracias por todo a Dios el Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
- Este círculo es una evidencia de un vacío en tu vida:
- El vacío físico
- El vacío emocional
- El vacío espiritual
- Proverbios 20:1 NVI
El vino lleva a la insolencia, y la bebida embriagante al escándalo; ¡nadie bajo sus efectos se comporta sabiamente!
3. Del Círculo Vicioso al Círculo Virtuoso
Del Círculo Vicioso
Salmo 32: 3-4
3 Mientras guardé silencio, mis huesos se fueron consumiendo por mi gemir de todo el día.4 Mi fuerza se fue debilitando como al calor del verano, porque día y noche tu mano pesaba sobre mí.
Al Círculo Virtuoso
Salmo 32: 5
5 Pero te confesé mi pecado, y no te oculté mi maldad. Me dije: «Voy a confesar mis transgresiones al Señor», y tú perdonaste mi maldad y mi pecado.
Conclusión
Juan 10:10.
El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.