»Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿cómo lo recobrará? Ya no sirve para nada, sino para que la gente la deseche y la pisotee. »Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una montaña no puede esconderse.
Yo soy importante porque soy hijo de Dios.
Soy la sal de la tierra y la luz del mundo
Juan 15:1-5 NVI
»Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador.Toda rama que en mí no da fruto la corta; pero toda rama que da fruto la poda para que dé más fruto todavía.Ustedes ya están limpios por la palabra que les he comunicado.Permanezcan en mí y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí.»Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada.
Soy una rama en la vid verdadera
Juan 15:16 NVI
No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que pidan en mi nombre.
Dios me ha elegido para dar fruto
Hechos 1:8 NVI
Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, hasta en los confines de la tierra.
Soy testigo personal de Cristo
1 Corintios 3:16 NVI
¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?
Soy templo de Dios
2 Corintios 5:17-21 NVI
Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!Todo esto proviene de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el ministerio de la reconciliación.Esto es, que en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados y encargándonos a nosotros el mensaje de la reconciliación.Así que somos embajadores de Cristo, como si Dios los exhortara a ustedes por medio de nosotros: «En nombre de Cristo les rogamos que se reconcilien con Dios».Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios.
Estoy en paz con Dios
2 Corintios 6:1 NVI
Nosotros, colaboradores de Dios, les rogamos que no reciban su gracia en vano.
Soy colaborador de Dios
Efesios 2:6 NVI
Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales
Estoy sentado en lugares celestiales
Efesios 2:10 NVI
Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.
Soy hechura de Dios
Efesios 3:12 NVI
En él, mediante la fe, disfrutamos de libertad y confianza para acercarnos a Dios.
Puedo acercarme a Dios con confianza