Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
¿Quién soy en cristo Jesús?
Estoy libre de condenación.
Romanos 8:1-2 NVI
Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están en Cristo Jesúspues por medio de él la ley del Espíritu de vida te ha liberado de la ley del pecado y de la muerte.
Romanos 8:28 NVI
Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.
Todas las cosas obran para mi bien.
Romanos 8:35-39 NVI
¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación o la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro o la espada?Así está escrito: «Por tu causa siempre nos llevan a la muerte; ¡nos tratan como a ovejas para el matadero!».Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderesni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.
Nada me separa del amor de Dios.
2 Corintios 1:21-22 NVI
Dios es el que nos mantiene firmes en Cristo, tanto a nosotros como a ustedes. Él nos ungiónos selló como propiedad suya y puso su Espíritu en nuestro corazón como garantía de sus promesas.
He sido establecido.
Colosenses 3:3 NVI
pues ustedes han muerto y su vida está escondida con Cristo en Dios.
Estoy escondido con Cristo en Dios.
Filipenses 1:6 NVI
Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.
Confío en que será perfeccionada Su obra en mí.
Filipenses 3:20 NVI
En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo.
Soy ciudadano del cielo.
2 Timoteo 1:7 NVI
Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio.
No me ha sido dado espíritu de temor.
Hebreos 4:16 NVI
Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir la misericordia y encontrar la gracia que nos ayuden oportunamente.
Puedo alcanzar gracia y misericordia.
1 Juan 5:18 NVI
Sabemos que el que ha nacido de Dios no practica el pecado: Jesucristo, que nació de Dios, lo protege y el maligno no llega a tocarlo.
Soy nacido de Dios y el maligno no me puede tocar.