7Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y como eres hijo, Dios te ha hecho también heredero.
Rev. Jaime Blanco
Los domingos anteriores reconocimos que cualquier esfuerzo para ser aceptados es infructuoso, doloroso y desalentador; Jesús experimentó el rechazo de los suyos, sin embargo, EL vino para agradar al Padre y cumplir Su Plan, con lo cual, nos regresó la inocencia y la capacidad de creer para vivir libres.
El rechazo por la vergüenza del pecado en nosotros, nos hizo caminar bajo la culpa y la perdida de autoridad e identidad; sin embargo, el amor del Padre y la obra de Su Hijo con la guía de Su Espíritu nos conduce hacia la vida abundante prometida y al disfrute de la herencia destinada para los santos, el Padre es quien da herencia.
Como hijos de Dios debemos buscar la manera de dejar a nuestros hijos la mejor herencia. Esta herencia es la vida eterna, una vida nueva en Cristo, sembrada de bendiciones y oportunidades de servir a Dios y aunque en general, la promesa haga referencia a la posesión de la salvación, la herencia del creyente se describe más específicamente como la herencia eterna y gozosa con Dios, incorruptible, incontaminada e inmarchitable reservada en los cielos pero disfrutada desde acá.
I. Tu herencia
1 Pedro 1:3-7 ‘¡Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, para que tengamos una esperanza viva y recibamos una herencia que no se puede destruir, contaminar o marchitar. Tal herencia está reservada en el cielo para ustedes, a quienes el poder de Dios protege mediante la fe hasta que llegue la salvación que se ha de revelar en los últimos tiempos. Esto es para ustedes motivo de gran alegría, a pesar de que hasta ahora han tenido que sufrir diversas pruebas por un tiempo. El oro, aunque perecedero, se acrisola al fuego. Así también la fe de ustedes, que vale mucho más que el oro, al ser acrisolada por las pruebas demostrará que es digna de aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo se revele. ‘
El pueblo judío mira las escrituras desde lo práctico no en la forma, son un pueblo con los pies sobre la tierra, muy concretos, ellos no ven a Dios como que esta sentado solo allí en Su Trono, ellos lo ven a través de la inmanencia como si estuviese aquí y ahora, permitiéndonos vivir de forma coherente. Debemos ver nuestra vida con los ojos del Señor, desde Su perspectiva, a través de quien es ÉL.
1.1 Es una esperanza viva – 1 Pedro 1:3b
Dios Padre fortalecía nuestra identidad, recordándonos que al creer Su Palabra gozábamos del privilegio de la herencia, gozamos de identidad, eso era claro en el joven David
1.2 Es una herencia que se renueva en el cielo – Hebreos 6:18
Nuestra identidad en Cristo y su herencia es ser el diseño original de Dios, al obedecer su Voluntad somos redimidos, jamás sería a nuestro modo, Jesús lo hizo por nosotros, perdón y salvación. Somos nueva creación en Cristo, todo fue hecho nuevo. Al pecado, la muerte y al diablo Jesús los venció en la cruz, tenemos que actuar coherentemente con la verdad y vivir como si Dios estuviese aquí y ahora.
II. La herencia vívela con coherencia
2.1 Recibe tu herencia
Un hijo recibe herencia de su padre, David experimentó su identidad como hijo y su herencia antes de enfrentar al gigante filisteo y de ser rey cuando afirmó en 1 Samuel 17:37 “El SEÑOR, que me libró de las garras del león y del oso, también me librará de la mano de ese filisteo.” vivió su experiencia en el campo como un adiestramiento para la batalla y la guardó como una promesa para enfrentar al gigante Goliat.
2.2 Disfruta tu herencia
Ester junto a su gente vio que era necesario recuperar el dominio propio y ejercerlo sobre su entorno, Dios le había puesto allí para salvar al pueblo judío; dejar atrás el ser dominados y pasar a dominar, a gobernar y no ser gobernados, a vivir con fortaleza y no en debilidad e indefensión y lo hizo aún acosta de perder su vida. ¿Qué posición asumes ante los asedios de tus pares o de tu carne? ¿Cedes tu libertad o te refugias en las promesas de aquel que no cambia y va a tu lado?
Disfrutas de forma coherente tu herencia aun si el momento parece contrario al Plan de Dios. Jesús vivió por encima de las circunstancias ÉL vivió el Plan del Padre.
2.3 Vive coherente
Reconocer nuestra identidad nos lleva a vivir en coherencia con la herencia, esa que nos da autoridad y permite vivir seguros no por nosotros si no por Dios.
Disfrutar de la vida abundante, es posible solo a través de la identidad de ser hijos de Dios, herederos, libres para decidir vivir la única verdad; la palabra de Dios, que es nuestra herencia; con ella, consigues libertad en la medida en que conozcas al Padre y lo que ha hecho y hará por ti como sucedió con David, Ester y los demás y con nosotros, eso también sucederá contigo.
Conclusión
La herencia eterna y gozosa con Dios, incorruptible, incontaminada e inmarchitable reservada en los cielos, busca ser arrebatada; podemos decir que el pecado, el mundo y la cultura utilizados por el diablo junto a nuestra carne nos quiere hacer creer varias mentiras y evitar disfrutar la herencia: “que no somos lo que realmente somos”, ” que somos lo que hacemos” “que podemos ser lo que nosotros creamos” cuando la verdad: es que somos lo que Dios dice que somos, sus hijos creados por El con un propósito que se cumplirá según su buena voluntad, a pesar de nuestras debilidades, y que esto lo podemos disfrutar simplemente al creerlo y al actuar coherentemente con la verdad cuyo único requisito es conocer a Dios, por medio de una relación personal con El y creerle, lo demás será una consecuencia.
