23Que Dios mismo, el Dios de paz, los santifique por completo, y conserve todo su ser —espíritu, alma y cuerpo—, irreprochable para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 24El que los llama es fiel y así lo hará.
Rev. Jaime A. Blanco
23Que Dios mismo, el Dios de paz, los santifique por completo, y conserve todo su ser —espíritu, alma y cuerpo—, irreprochable para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 24El que los llama es fiel y así lo hará.
Rev. Jaime A. Blanco