6 No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.
Nuestro corazón podemos convertirlo en un oratorio, al cual nos retiramos de tiempo en tiempo para conversar con Él. No hay en el mundo una vida más dulce y deleitosa que la de una continua conversación con Dios.
- Petición
- Requisito: Motivos conformados a los motivos de Dios
- La intercesión verdadera