Quiero que sepáis que sostengo una gran lucha por vuestro bien y por el bien de los que están en Laodicea, y de tantos que no me conocen personalmente. Quiero que lo sepan para que cobren ánimo, permanezcan unidos por amor, y tengan toda la riqueza que proviene de la convicción y del entendimiento. Así conocerán el misterio de Dios, es decir, a Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. Os digo esto para que nadie os engañe con argumentos capciosos.
Carlos Andrés Muñoz
Párrafos con el bosquejo general de la prédica y sus respectivos comentarios generales