Gracias Señor porque hoy puedo decir que has hecho que mi corazón rebose de alegría.
Las naciones de la tierra
10 Ésta es la historia de Sem, Cam y Jafet, hijos de Noé, quienes después del diluvio tuvieron sus propios hijos.
2 Los hijos de Jafet fueron
Gómer, Magog, Maday, Javán, Tubal, Mésec y Tirás.
3 Los hijos de Gómer fueron
Asquenaz, Rifat y Togarma.
4 Los hijos de Javán fueron
Elisá, Tarsis, Quitín y Rodanín. 5 Algunos de ellos, que poblaron las costas, formaron naciones y clanes en sus respectivos territorios y con sus propios idiomas.
6 Los hijos de Cam fueron
Cus, Misrayin, Fut y Canaán.
7 Los hijos de Cus fueron
Seba, Javilá, Sabtá, Ragama y Sabteca.
Los hijos de Ragama fueron
Sabá y Dedán.
8 Cus fue el padre de Nimrod, conocido como el primer hombre fuerte de la tierra,9 quien llegó a ser un valiente cazador ante el Señor. Por eso se dice: «Como Nimrod, valiente cazador ante el Señor.» 10 Las principales ciudades de su reino fueron Babel, Érec, Acad y Calné, en la región de Sinar. 11 Desde esa región Nimrod salió hacia Asur, donde construyó las ciudades de Nínive, Rejobot Ir, Cala12 y Resén, la gran ciudad que está entre Nínive y Cala.
13 Misrayin fue el antepasado de
los ludeos, los anameos, los leabitas, los naftuitas, 14 los patruseos, los caslujitas y los caftoritas, de quienes descienden los filisteos.
15 Canaán fue el padre de
Sidón, su primogénito, y de Het, 16 y el antepasado de los jebuseos, los amorreos, los gergeseos, 17 los heveos, los araceos, los sineos, 18 los arvadeos, los zemareos y los jamatitas.
Luego, estos clanes cananeos se dispersaron, 19 y su territorio se extendió desde Sidón hasta Guerar y Gaza, y en dirección de Sodoma, Gomorra, Admá y Zeboyín, hasta Lasa.
20 Éstos fueron los descendientes de Cam, según sus clanes e idiomas, territorios y naciones.
21 Sem, antepasado de todos los hijos de Éber, y hermano mayor de Jafet, también tuvo hijos.
22 Los hijos de Sem
fueron Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram.
23 Los hijos de Aram
fueron Uz, Hul, Guéter y Mas.
24 Arfaxad fue el padre de Selaj.
Selaj fue el padre de Éber.
25 Éber tuvo dos hijos:
el primero se llamó Péleg, porque en su tiempo se dividió la tierra; su hermano se llamó Joctán.
26 Joctán fue el padre de
Almodad, Sélef, Jazar Mávet, Yeraj, 27 Hadorán, Uzal, Diclá, 28 Obal, Abimael, Sabá, 29 Ofir, Javilá y Jobab. Todos éstos fueron hijos de Joctán,
30 y vivieron en la región que va desde Mesá hasta Sefar, en la región montañosa oriental.
31 Éstos fueron los hijos de Sem, según sus clanes y sus idiomas, sus territorios y naciones.
32 Éstos son los clanes de los hijos de Noé, según sus genealogías y sus naciones. A partir de estos clanes, las naciones se extendieron sobre la tierra después del diluvio.
La torre de Babel
11 En ese entonces se hablaba un solo idioma en toda la tierra. 2 Al emigrar al oriente, la gente encontró una llanura en la región de Sinar, y allí se asentaron.3 Un día se dijeron unos a otros: «Vamos a hacer ladrillos, y a cocerlos al fuego.» Fue así como usaron ladrillos en vez de piedras, y asfalto en vez de mezcla.4 Luego dijeron: «Construyamos una ciudad con una torre que llegue hasta el cielo. De ese modo nos haremos famosos y evitaremos ser dispersados por toda la tierra.»
5 Pero el Señorbajó para observar la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo, 6 y se dijo: «Todos forman un solo pueblo y hablan un solo idioma; esto es sólo el comienzo de sus obras, y todo lo que se propongan lo podrán lograr. 7 Será mejor que bajemos a confundir su idioma, para que ya no se entiendan entre ellos mismos.»
8 De esta manera el Señorlos dispersó desde allí por toda la tierra, y por lo tanto dejaron de construir la ciudad. 9 Por eso a la ciudad se le llamó Babel, porque fue allí donde el Señorconfundió el idioma de toda la gente de la tierra, y de donde los dispersó por todo el mundo.
Descendientes de Sem
10 Ésta es la historia de Sem:
Dos años después del diluvio, cuando Sem tenía cien años, nació su hijo Arfaxad.11 Después del nacimiento de Arfaxad, Sem vivió quinientos años más, y tuvo otros hijos y otras hijas.
12 Cuando Arfaxad tenía treinta y cinco años, nació su hijo Selaj. 13 Después del nacimiento de Selaj, Arfaxad vivió cuatrocientos tres años más, y tuvo otros hijos y otras hijas.
14 Cuando Selaj tenía treinta años, nació su hijo Éber. 15 Después del nacimiento de Éber, Selaj vivió cuatrocientos tres años más, y tuvo otros hijos y otras hijas.
16 Cuando Éber tenía treinta y cuatro años, nació su hijo Péleg. 17 Después del nacimiento de Péleg, Éber vivió cuatrocientos treinta años más, y tuvo otros hijos y otras hijas.
18 Cuando Péleg tenía treinta años, nació su hijo Reú. 19 Después del nacimiento de Reú, Péleg vivió doscientos nueve años más, y tuvo otros hijos y otras hijas.
20 Cuando Reú tenía treinta y dos años, nació su hijo Serug. 21 Después del nacimiento de Serug, Reú vivió doscientos siete años más, y tuvo otros hijos y otras hijas.
22 Cuando Serug tenía treinta años, nació su hijo Najor. 23 Después del nacimiento de Najor, Serug vivió doscientos años más, y tuvo otros hijos y otras hijas.
24 Cuando Najor tenía veintinueve años, nació su hijo Téraj. 25 Después del nacimiento de Téraj, Najor vivió ciento diecinueve años más, y tuvo otros hijos y otras hijas.
26 Cuando Téraj tenía setenta años, ya habían nacido sus hijos Abram, Najor y Jarán.
Descendientes de Téraj
27 Ésta es la historia de Téraj, el padre de Abram, Najor y Jarán.
Jarán fue el padre de Lot, 28 y murió en Ur de los caldeos, su tierra natal, cuando su padre Téraj aún vivía. 29 Abram se casó con Saray, y Najor se casó con Milca, la hija de Jarán, el cual tuvo otra hija llamada Iscá. 30 Pero Saray era estéril; no podía tener hijos.
31 Téraj salió de Ur de los caldeos rumbo a Canaán. Se fue con su hijo Abram, su nieto Lot y su nuera Saray, la esposa de Abram. Sin embargo, al llegar a la ciudad de Jarán, se quedaron a vivir en aquel lugar, 32 y allí mismo murió Téraj a los doscientos años de edad.
Llamamiento de Abram
12 El Señorle dijo a Abram: «Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre, y vete a la tierra que te mostraré.
2 »Haré de ti una nación grande,
y te bendeciré;
haré famoso tu nombre,
y serás una bendición.
3 Bendeciré a los que te bendigan
y maldeciré a los que te maldigan;
¡por medio de ti serán bendecidas
todas las familias de la tierra!»
4 Abram partió, tal como el Señorse lo había ordenado, y Lot se fue con él. Abram tenía setenta y cinco años cuando salió de Jarán. 5 Al encaminarse hacia la tierra de Canaán, Abram se llevó a su esposa Saray, a su sobrino Lot, a toda la gente que habían adquirido en Jarán, y todos los bienes que habían acumulado. Cuando llegaron a Canaán, 6 Abram atravesó toda esa región hasta llegar a Siquén, donde se encuentra la encina sagrada de Moré. En aquella época, los cananeos vivían en esa región. 7 Allí el Señorse le apareció a Abram y le dijo: «Yo le daré esta tierra a tu descendencia.» Entonces Abram erigió un altar al Señor, porque se le había aparecido. 8 De allí se dirigió a la región montañosa que está al este de Betel, donde armó su campamento, teniendo a Betel al oeste y Hai al este. También en ese lugar erigió un altar al Señore invocó su nombre. 9 Después, Abram siguió su viaje por etapas hasta llegar a la región del Néguev.
Abram en Egipto
10 En ese entonces, hubo tanta hambre en aquella región que Abram se fue a vivir a Egipto. 11 Cuando estaba por entrar a Egipto, le dijo a su esposa Saray: «Yo sé que eres una mujer muy hermosa. 12 Estoy seguro que en cuanto te vean los egipcios, dirán: “Es su esposa”; entonces a mí me matarán, pero a ti te dejarán con vida. 13 Por favor, di que eres mi hermana, para que gracias a ti me vaya bien y me dejen con vida.»
14 Cuando Abram llegó a Egipto, los egipcios vieron que Saray era muy hermosa.15 También los funcionarios del faraón la vieron, y fueron a contarle al faraón lo hermosa que era. Entonces la llevaron al palacio real. 16 Gracias a ella trataron muy bien a Abram. Le dieron ovejas, vacas, esclavos y esclavas, asnos y asnas, y camellos. 17 Pero por causa de Saray, la esposa de Abram, el Señorcastigó al faraón y a su familia con grandes plagas. 18 Entonces el faraón llamó a Abram y le dijo: «¿Qué me has hecho? ¿Por qué no me dijiste que era tu esposa? 19 ¿Por qué dijiste que era tu hermana? ¡Yo pude haberla tomado por esposa! ¡Anda, toma a tu esposa y vete!» 20 Y el faraón ordenó a sus hombres que expulsaran a Abram y a su esposa, junto con todos sus bienes.
Tentación de Jesús
4 Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto para que el diablo lo sometiera a tentación. 2 Después de ayunar cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3 El tentador se le acercó y le propuso:
—Si eres el Hijo de Dios, ordena a estas piedras que se conviertan en pan.
4 Jesús le respondió:
—Escrito está: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.”
5 Luego el diablo lo llevó a la ciudad santa e hizo que se pusiera de pie sobre la parte más alta del templo, y le dijo:
6 —Si eres el Hijo de Dios, tírate abajo. Porque escrito está:
“Ordenará que sus ángeles
te sostengan en sus manos,
para que no tropieces con piedra alguna.”
7 —También está escrito: “No pongas a prueba al Señor tu Dios” —le contestó Jesús.
8 De nuevo lo tentó el diablo, llevándolo a una montaña muy alta, y le mostró todos los reinos del mundo y su esplendor.
9 —Todo esto te daré si te postras y me adoras.
10 —¡Vete, Satanás! —le dijo Jesús—. Porque escrito está: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él.”
11 Entonces el diablo lo dejó, y unos ángeles acudieron a servirle.
Jesús comienza a predicar
12 Cuando Jesús oyó que habían encarcelado a Juan, regresó a Galilea. 13 Partió de Nazaret y se fue a vivir a Capernaúm, que está junto al lago en la región de Zabulón y de Neftalí, 14 para cumplir lo dicho por el profeta Isaías:
15 «Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí,
camino del mar, al otro lado del Jordán,
Galilea de los gentiles;
16 el pueblo que habitaba en la oscuridad
ha visto una gran luz;
sobre los que vivían en densas tinieblas
la luz ha resplandecido.»
17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar: «Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca.»
Llamamiento de los primeros discípulos
18 Mientras caminaba junto al mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: uno era Simón, llamado Pedro, y el otro Andrés. Estaban echando la red al lago, pues eran pescadores. 19 «Vengan, síganme —les dijo Jesús—, y los haré pescadores de hombres.» 20 Al instante dejaron las redes y lo siguieron.
21 Más adelante vio a otros dos hermanos: Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en una barca remendando las redes. Jesús los llamó, 22 y dejaron en seguida la barca y a su padre, y lo siguieron.
Jesús sana a los enfermos
23 Jesús recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas del reino, y sanando toda enfermedad y dolencia entre la gente.24 Su fama se extendió por toda Siria, y le llevaban todos los que padecían de diversas enfermedades, los que sufrían de dolores graves, los endemoniados, los epilépticos y los paralíticos, y él los sanaba. 25 Lo seguían grandes multitudes de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y de la región al otro lado del Jordán.
Esperanza Chavez
agradecida con Dios por que lo tenemos todo. y confió totalmente de la voluntad de Dios.
Carlos Iván Molina Roa
Desde entonces comenzó Jesús a predicar: «Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca.»
Amén 🙏.
Alexander Hernández Mora
Gracias señor por este nuevo dia, es maravilloso tener en la mente tu palabra en cada momento meditar en ella hallamos reposo para nuestro corazón.
BERTHA
SOLO. TENGO LAS GRACIAS PAPITO DIOS POR TODO LO QUE NOS HAS DADO, Y LO QUE FALTA HERMOSO DIOS. AGRADECIDOS ESTAMOS
TODO LO TENEMOS, Y. SIEMPRE DIRIGIENDONOS Y PROTEGIENDONOS, GRACIAS GRACIAS
TE AMAMOS.
BERTHA
GRACIAS PADRE AMADO POR PERMITIR Q REBOCEMOS DE ALEGRIA POR TI Y SIEMPRE LLEVAR TU LINDA ENSEÑANZA QUE NOS
NOS DAS A DIARIO .SOLO AGRADECIMIENTOS TENEMOS HERMOSO DIOS. TE AMAMOS. TE ADORAMOS.