1 Los filisteos reunieron sus ejércitos para la guerra, concentrando sus fuerzas en Soco, pueblo de Judá. Acamparon en Efesdamín, situado entre Soco y Azeca. 2 Por su parte, Saúl y los israelitas se reunieron también y, acampando en el valle de Elá, ordenaron sus filas para la batalla contra los filisteos. 3 Con el valle de por medio, los filisteos y los israelitas tomaron posiciones en montes opuestos. 4 Un famoso guerrero, oriundo de Gat, salió del campamento filisteo. Su nombre era Goliat, y tenía una estatura de seis codos y un palmo. 5 Llevaba en la cabeza un casco de bronce y su coraza, que pesaba cinco mil siclos, y que también era de bronce, 6 como lo eran las polainas que protegían las piernas y la jabalina que llevaba al hombro. 7 El asta de su lanza se parecía al rodillo de un telar, y tenía una punta de hierro que pesaba seiscientos siclos. Delante de él marchaba un escudero. 8 Goliat se detuvo ante los soldados israelitas y los desafió: «¿Para qué están ordenando sus filas para la batalla? ¿No soy yo un filisteo? ¿Y no están ustedes al servicio de Saúl? ¿Por qué no escogen a alguien que se me enfrente? 9 Si es capaz de hacerme frente y matarme, nosotros les serviremos a ustedes; pero si yo lo venzo y lo mato, ustedes serán nuestros esclavos y nos servirán». 10 Dijo además el filisteo: «¡Yo desafío hoy al ejército de Israel! ¡Elijan a un hombre que pelee conmigo!».
Todos debemos enfrentar nuestro gigantes… pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor sino de porder, amor y dominio propio.
En el amor no hay temor
2 Timoteo 1:7 NVI
7 Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio.
1 Juan 4:17-18 NVI
17 Ese amor se manifiesta plenamente entre nosotros para que en el día del juicio comparezcamos con toda confianza, porque en este mundo somos como Jesús. 18 En el amor no hay temor, sino que el amor perfecto echa fuera el temor. El que teme espera el castigo, así que no ha sido perfeccionado en el amor.