10En efecto, «el que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir engaños; 11que se aparte del mal y haga el bien; que busque la paz y la siga. 12Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal».
Rev. Eduardo Rojas
- Siempre dar un buen reporte
- Debemos confesar la palabra de Dios y no lo que sentimos
- Tenemos que hablar las cosas que no son, como si fueran
- Nuestra oración siempre debe ser de fe y persistente
- Tenemos que hablarle a la montaña



