Mi Dios, no quiero ser quien produce tu enojo sino quien tiene un corazón cercano al tuyo.
41 »¿Puedes pescar a Leviatán con un anzuelo,
o atarle la lengua con una cuerda?
2 ¿Puedes ponerle un cordel en la nariz,
o perforarle la quijada con un gancho?
3 ¿Acaso amablemente va a pedirte
o suplicarte que le tengas compasión?
4 ¿Acaso va a comprometerse
a ser tu esclavo de por vida?
5 ¿Podrás jugar con él como juegas con los pájaros,
o atarlo para que tus niñas se entretengan?
6 ¿Podrán los mercaderes ofrecerlo como mercancía,
o cortarlo en pedazos para venderlo?
7 ¿Puedes atravesarle la piel con lanzas,
o la cabeza con arpones?
8 Si llegas a ponerle la mano encima,
¡jamás te olvidarás de esa batalla,
y no querrás repetir la experiencia!
9 Vana es la pretensión de llegar a someterlo;
basta con verlo para desmayarse.
10 No hay quien se atreva siquiera a provocarlo;
¿quién, pues, podría hacerle frente?
11 ¿Y quién tiene alguna cuenta que cobrarme?
¡Mío es todo cuanto hay bajo los cielos!
12 »No puedo dejar de mencionar sus extremidades,
su fuerza y su elegante apariencia.
13 ¿Quién puede despojarlo de su coraza?
¿Quién puede acercarse a él y ponerle un freno?
14 ¿Quién se atreve a abrir el abismo de sus fauces,
coronadas de terribles colmillos?
15 Tiene el lomo recubierto de hileras de escudos,
todos ellos unidos en cerrado tejido;
16 tan juntos están uno al otro
que no dejan pasar ni el aire;
17 tan prendidos están uno del otro,
tan unidos entre sí, que no pueden separarse.
18 Resopla y lanza deslumbrantes relámpagos;
sus ojos se parecen a los rayos de la aurora.
19 Ascuas de fuego brotan de su hocico;
chispas de lumbre salen disparadas.
20 Lanza humo por la nariz,
como olla hirviendo sobre un fuego de juncos.
21 Con su aliento enciende los carbones,
y lanza fuego por la boca.
22 En su cuello radica su fuerza;
ante él, todo el mundo pierde el ánimo.
23 Los pliegues de su piel son un tejido apretado;
firmes son, e inconmovibles.
24 Duro es su pecho, como una roca;
sólido, cual piedra de molino.
25 Cuando se yergue, los poderosos tiemblan;
cuando se sacude, emprenden la huida.
26 La espada, aunque lo alcance, no lo hiere,
ni lo hieren tampoco los dardos,
ni las lanzas y las jabalinas.
27 Al hierro lo trata como a paja,
y al bronce como a madera podrida.
28 No lo hacen huir las flechas;
ve como paja las piedras de las hondas.
29 Los golpes del mazo apenas le hacen cosquillas;
se burla del silbido de la lanza.
30 Sus costados son dentados tiestos
que en el fango van dejando huellas de rastrillos.
31 Hace hervir las profundidades como un caldero;
agita los mares como un frasco de ungüento.
32 Una estela brillante va dejando tras de sí,
cual si fuera la blanca cabellera del abismo.
33 Es un monstruo que a nada teme;
nada hay en el mundo que se le parezca.
34 Mira con desdén a todos los poderosos;
¡él es rey de todos los soberbios!»
Respuesta de Job
42 Job respondió entonces al Señor. Le dijo:
2 «Yo sé bien que tú lo puedes todo,
que no es posible frustrar ninguno de tus planes.
3 “¿Quién es este —has preguntado—,
que sin conocimiento oscurece mi consejo?”
Reconozco que he hablado de cosas
que no alcanzo a comprender,
de cosas demasiado maravillosas
que me son desconocidas.
4 »Dijiste: “Ahora escúchame, yo voy a hablar;
yo te cuestionaré, y tú me responderás”.
5 De oídas había oído hablar de ti,
pero ahora te veo con mis propios ojos.
6 Por tanto, me retracto de lo que he dicho,
y me arrepiento en polvo y ceniza».
Epílogo
7 Después de haberle dicho todo esto a Job, el Señor se dirigió a Elifaz de Temán y le dijo: «Estoy muy irritado contigo y con tus dos amigos porque, a diferencia de mi siervo Job, lo que ustedes han dicho de mí no es verdad. 8 Tomen ahora siete toros y siete carneros, y vayan con mi siervo Job y ofrezcan un holocausto por ustedes mismos. Mi siervo Job orará por ustedes, y yo atenderé a su oración y no los haré quedar en vergüenza. Y conste que, a diferencia de mi siervo Job, lo que ustedes han dicho de mí no es verdad».
9 Elifaz de Temán, Bildad de Súah y Zofar de Namat fueron y cumplieron con lo que el Señor les había ordenado, y el Señor atendió a la oración de Job.
10 Después de haber orado Job por sus amigos, el Señor lo hizo prosperar de nuevo y le dio dos veces más de lo que antes tenía. 11 Todos sus hermanos y hermanas, y todos los que antes lo habían conocido, fueron a su casa y celebraron con él un banquete. Lo animaron y lo consolaron por todas las calamidades que el Señor le había enviado, y cada uno de ellos le dio una moneda de plata y un anillo de oro.
12 El Señor bendijo más los últimos años de Job que los primeros, pues llegó a tener catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas. 13 Tuvo también catorce hijos y tres hijas. 14 A la primera de ellas le puso por nombre Paloma, a la segunda la llamó Canela, y a la tercera, Linda. 15 No había en todo el país mujeres tan bellas como las hijas de Job. Su padre les dejó una herencia, lo mismo que a sus hermanos.
16 Después de estos sucesos Job vivió ciento cuarenta años. Llegó a ver a sus hijos, y a los hijos de sus hijos, hasta la cuarta generación. 17 Disfrutó de una larga vida y murió en plena ancianidad.
22 Entonces la multitud se amotinó contra Pablo y Silas, y los magistrados mandaron que les arrancaran la ropa y los azotaran. 23 Después de darles muchos golpes, los echaron en la cárcel, y ordenaron al carcelero que los custodiara con la mayor seguridad. 24 Al recibir tal orden, este los metió en el calabozo interior y les sujetó los pies en el cepo.
25 A eso de la medianoche, Pablo y Silas se pusieron a orar y a cantar himnos a Dios, y los otros presos los escuchaban. 26 De repente se produjo un terremoto tan fuerte que la cárcel se estremeció hasta sus cimientos. Al instante se abrieron todas las puertas y a los presos se les soltaron las cadenas. 27 El carcelero despertó y, al ver las puertas de la cárcel de par en par, sacó la espada y estuvo a punto de matarse, porque pensaba que los presos se habían escapado. Pero Pablo le gritó:
28 ―¡No te hagas ningún daño! ¡Todos estamos aquí!
29 El carcelero pidió luz, entró precipitadamente y se echó temblando a los pies de Pablo y de Silas. 30 Luego los sacó y les preguntó:
―Señores, ¿qué tengo que hacer para ser salvo?
31 ―Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos —le contestaron.
32 Luego les expusieron la palabra de Dios a él y a todos los demás que estaban en su casa. 33 A esas horas de la noche, el carcelero se los llevó y les lavó las heridas; en seguida fueron bautizados él y toda su familia. 34 El carcelero los llevó a su casa, les sirvió comida y se alegró mucho junto con toda su familia por haber creído en Dios.
35 Al amanecer, los magistrados mandaron a unos guardias al carcelero con esta orden: «Suelta a esos hombres». 36 El carcelero, entonces, le informó a Pablo:
―Los magistrados han ordenado que los suelte. Así que pueden irse. Vayan en paz.
37 Pero Pablo respondió a los guardias:
―¿Cómo? A nosotros, que somos ciudadanos romanos, que nos han azotado públicamente y sin proceso alguno, y nos han echado en la cárcel, ¿ahora quieren expulsarnos a escondidas? ¡Nada de eso! Que vengan ellos personalmente a escoltarnos hasta la salida.
38 Los guardias comunicaron la respuesta a los magistrados. Estos se asustaron cuando oyeron que Pablo y Silas eran ciudadanos romanos, 39 así que fueron a presentarles sus disculpas. Los escoltaron desde la cárcel, pidiéndoles que se fueran de la ciudad. 40 Al salir de la cárcel, Pablo y Silas se dirigieron a la casa de Lidia, donde se vieron con los hermanos y los animaron. Después se fueron.
BERTHA
SEÑOR NUNCA PERMITAS QUE TENGAMOS EL ENOJO ASIA TI AMADO PADRE , ES TENER UN CORAZON ABIERTO EN BIEN ATU NOMBRE Y CERCADO A TI AMADO PADRE. GRACIAS GRACIAS.
TE. ADORAMOS
BERTHA
GRACIAS HERMOSO DIOS POR NO PERMITIR QUE NOS ENOJEMOS CONTIGO, SIEMPRE NUESTROS CORAZONES ESTAREMOS CERCAS A TI. GRACIAS GRACIAS PAPITO DIOS.
TE AMAMOS
BERTHA
GRACIAS AMADO DIOS NO QUEREMOS TU ENOJO , QUEREMOS TENER NUESTROS CORAZONES SIEMPRE CERCA A TI , NO NOS SUELTES DE TUS MANOS AMADO DIOS , SOLO HOY TE PIDO PERDON SR, POQUE SE Q A DIARIO TE FALLO , TE FALLAMOS. GRACIAS. POR DARNOS TU PERDON.
TE AMO TE AMAMO.S