Diciembre 13 | Guardar nuestro corazón

Diciembre 13 | Guardar nuestro corazón

Me propongo no contaminar mi corazón, ayúdame Señor, quiero ser firme en tu voluntad.

12 Efraín se alimenta de viento:
    todo el día va tras el viento solano,
    y multiplica la mentira y la violencia.
Hace pactos con Asiria,
    y a Egipto le da aceite como tributo».

El Señor tiene un pleito contra Judá:
    le hará pagar a Jacob todo lo que ha hecho,
    le dará lo que merecen sus obras.
Ya en el seno materno suplantó a su hermano,
    y cuando se hizo hombre luchó con Dios.
Luchó con el ángel, y lo venció;
    lloró y le rogó que lo favoreciera.
Se lo encontró en Betel,
    y allí habló con él;
¡habló con el Señor, Dios Todopoderoso,
    cuyo nombre es el Señor!
Pero tú debes volverte a tu Dios,
    practicar el amor y la justicia,
    y confiar siempre en él.

Canaán usa balanzas fraudulentas,
    pues le gusta explotar a los demás.
Efraín dice con jactancia:
    «¡Cómo me he enriquecido!
    ¡He amasado una gran fortuna!
En todas mis ganancias no encontrarán
    que haya pecado en algo».

«Yo soy el Señor tu Dios
    desde que estabas en Egipto,
y haré que vuelvas a vivir en carpas,
    como en los días de nuestro encuentro en el desierto.
10 Yo les hablé a los profetas;
    les hice tener muchas visiones,
    y por medio de ellos les hablé en parábolas».

11 ¿Es Galaad malvado?
    ¡No hay duda de que no vale nada!
En Guilgal sacrifica toros;
    por eso sus altares quedarán reducidos a montones de piedra
    entre los surcos del campo.
12 Jacob huyó a un campo de Aram;
    Israel trabajó cuidando ovejas
    en pago por su esposa.
13 Para sacar a Israel de Egipto, y después cuidarlo,
    el Señor usó a un profeta.
14 Pero Efraín ha irritado a su Señor;
    le ha causado un amargo disgusto.
Por eso el Señor le hará pagar sus crímenes
    y le devolverá sus injurias.

 

La ira del Señor contra Israel

 

13 Efraín tenía la preeminencia en Israel.
    Cuando él hablaba, la gente temblaba.
Pero le rindió culto a Baal,
    y por ese pecado murió.
Sin embargo, siguen pecando,
    pues se fabrican, según su ingenio,
imágenes de fundición e ídolos de plata
    que no son más que obra de artesanos.
De ellos se dice:
    «Ofrecen sacrificios humanos
    y besan ídolos en forma de becerros».
Por eso serán como nube matutina,
    como rocío que temprano se evapora,
como paja que se lleva el viento,
    como humo que se escapa por la chimenea.

«Pero yo soy el Señor tu Dios
    desde que estabas en Egipto.
No conocerás a otro Dios fuera de mí,
    ni a otro Salvador que no sea yo.
Porque yo fui el que te conoció en el desierto,
    en esa tierra de terrible aridez.
Les di de comer, y quedaron saciados,
    y una vez satisfechos, se volvieron arrogantes
    y se olvidaron de mí.
Por eso, yo seré para ellos como un león;
    los acecharé junto al camino, como un leopardo.
Los atacaré y les desgarraré el pecho
    como una osa a quien le quitan sus cachorros.
¡Los devoraré como un león!
    ¡Los despedazaré como fiera del campo!

»Voy a destruirte, Israel,
    porque estás contra quien te ayuda.
10 ¿Dónde está tu rey,
    para que te salve en todas tus ciudades?
¿Dónde están los gobernantes, de los que decías:
    “Dame rey y autoridades”?
11 En mi ira te di rey,
    y en mi enojo te lo quité.
12 La perversidad de Efraín está bien guardada;
    se ha tomado nota de su pecado.
13 Llegan los dolores de parto,
    pero él es una criatura necia:
¡cuando llega la hora del parto,
    no se acomoda para salir!

14 »¿Habré de rescatarlos del poder del sepulcro?
    ¿Los redimiré de la muerte?
¿Dónde están, oh muerte, tus plagas?
    ¿Dónde está, oh sepulcro, tu destrucción?
    ¡Vengan, que no les tendré misericordia!»

15 Aunque Efraín prospere entre sus hermanos,
    vendrá el viento del Señor,
el viento solano que se levanta del desierto,
    y se agotarán sus fuentes y manantiales.
¡Y arrebatará sus tesoros,
    todos sus objetos preciosos!
16 El pueblo de Samaria cargará con su culpa
    por haberse rebelado contra su Dios.
Caerán a filo de espada;
    ¡a los niños los lanzarán contra el suelo,
    y a las embarazadas les abrirán el vientre!

 

Arrepentimiento para traer bendición

 

14 Vuélvete, Israel, al Señor tu Dios.
    ¡Tu perversidad te ha hecho caer!
Piensa bien lo que le dirás,
    y vuélvete al Señor con este ruego:
«Perdónanos nuestra perversidad,
    y recíbenos con benevolencia,
pues queremos ofrecerte
    el fruto de nuestros labios.
Asiria no podrá salvarnos;
    no montaremos caballos de guerra.
Nunca más llamaremos “dios nuestro”
    a cosas hechas por nuestras manos,
    pues en ti el huérfano halla compasión».

 

Respuesta de Dios

 

«Yo corregiré su rebeldía
    y los amaré de pura gracia,
    porque mi ira contra ellos se ha calmado.
Yo seré para Israel como el rocío,
    y lo haré florecer como lirio.
    ¡Hundirá sus raíces como cedro del Líbano!
Sus vástagos crecerán,
    y tendrán el esplendor del olivo
    y la fragancia del cedro del Líbano.
Volverán a habitar bajo mi sombra,
    y crecerán como el trigo.
Echarán renuevos, como la vid,
    y serán tan famosos como el vino del Líbano.
Efraín, ¿yo qué tengo que ver con las imágenes?
    ¡Soy yo quien te responde y cuida de ti!
Soy como un pino siempre verde;
    tu fruto procede de mí».

El que es sabio entiende estas cosas;
    el que es inteligente las comprende.
Ciertamente son rectos los caminos del Señor:
    en ellos caminan los justos,
    mientras que allí tropiezan los rebeldes.

El trono en el cielo

 

Después de esto miré, y allí en el cielo había una puerta abierta. Y la voz que me había hablado antes con sonido como de trompeta me dijo: «Sube acá: voy a mostrarte lo que tiene que suceder después de esto». Al instante vino sobre mí el Espíritu y vi un trono en el cielo, y a alguien sentado en el trono. El que estaba sentado tenía un aspecto semejante a una piedra de jaspe y de cornalina. Alrededor del trono había un arco iris que se asemejaba a una esmeralda. Rodeaban al trono otros veinticuatro tronos, en los que estaban sentados veinticuatro ancianos vestidos de blanco y con una corona de oro en la cabeza. Del trono salían relámpagos, estruendos y truenos. Delante del trono ardían siete antorchas de fuego, que son los siete espíritus de Dios, y había algo parecido a un mar de vidrio, como de cristal transparente.

En el centro, alrededor del trono, había cuatro seres vivientes cubiertos de ojos por delante y por detrás. El primero de los seres vivientes era semejante a un león; el segundo, a un toro; el tercero tenía rostro como de hombre; el cuarto era semejante a un águila en vuelo. Cada uno de ellos tenía seis alas y estaba cubierto de ojos, por encima y por debajo de las alas. Y día y noche repetían sin cesar:

«Santo, santo, santo
es el Señor Dios Todopoderoso,
el que era y que es y que ha de venir».

Cada vez que estos seres vivientes daban gloria, honra y acción de gracias al que estaba sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, 10 los veinticuatro ancianos se postraban ante él y adoraban al que vive por los siglos de los siglos. Y deponían sus coronas delante del trono exclamando:

11 «Digno eres, Señor y Dios nuestro,
    de recibir la gloria, la honra y el poder,
porque tú creaste todas las cosas;
    por tu voluntad existen
    y fueron creadas».

Gloria en lo Alto | Christine D'Clario

Siempre estamos expuestos pero es nuestra decisión guardar nuestro corazón, déjalo en manos de Dios, Él te ayuda a estar firme. #VolverADios

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2 Comentarios
Orlando Castro De La Rosa

Cuando estamos llenos de tribulaciones debemos hacercarnos a nuestro Señor, que nos libera de todos lo problemas y miedos, seguimos buscando hacercarnos a él por medio de su palabra, señor tus tiempos son perfectos y te doy gracias por todo lo que me das y por tu amor y tu perdón, en nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén

BERTHA

PAPITO DIOS SOLO TE PEDIMOS NOS AYUDES A SER FIRMES A TI, Y NO PERMITAS QUE CONTAMINEMOS NUESTROS CORAZONES.
TE AMAMOS.

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