Jesús hoy te pido que unas a mi familia y nos hagas como héroes para ganar cada victoria que Tú tienes para nosotros.
Álef
119 Dichosos los que van por caminos perfectos,
los que andan conforme a la ley del Señor.
2 Dichosos los que guardan sus estatutos
y de todo corazón lo buscan.
3 Jamás hacen nada malo,
sino que siguen los caminos de Dios.
4 Tú has establecido tus preceptos,
para que se cumplan fielmente.
5 ¡Cuánto deseo afirmar mis caminos
para cumplir tus decretos!
6 No tendré que pasar vergüenzas
cuando considere todos tus mandamientos.
7 Te alabaré con integridad de corazón,
cuando aprenda tus justos juicios.
8 Tus decretos cumpliré;
no me abandones del todo.
Bet
9 ¿Cómo puede el joven llevar una vida íntegra?
Viviendo conforme a tu palabra.
10 Yo te busco con todo el corazón;
no dejes que me desvíe de tus mandamientos.
11 En mi corazón atesoro tus dichos
para no pecar contra ti.
12 ¡Bendito seas, Señor!
¡Enséñame tus decretos!
13 Con mis labios he proclamado
todos los juicios que has emitido.
14 Me regocijo en el camino de tus estatutos
más que en todas las riquezas.
15 En tus preceptos medito,
y pongo mis ojos en tus sendas.
16 En tus decretos hallo mi deleite,
y jamás olvidaré tu palabra.
Guímel
17 Trata con bondad a este siervo tuyo;
así viviré y obedeceré tu palabra.
18 Ábreme los ojos, para que contemple
las maravillas de tu ley.
19 En esta tierra soy un extranjero;
no escondas de mí tus mandamientos.
20 A toda hora siento un nudo en la garganta
por el deseo de conocer tus juicios.
21 Tú reprendes a los insolentes;
¡malditos los que se apartan de tus mandamientos!
22 Aleja de mí el menosprecio y el desdén,
pues yo cumplo tus estatutos.
23 Aun los poderosos se confabulan contra mí,
pero este siervo tuyo medita en tus decretos.
24 Tus estatutos son mi deleite;
son también mis consejeros.
Dálet
25 Postrado estoy en el polvo;
dame vida conforme a tu palabra.
26 Tú me respondiste cuando te hablé de mis caminos.
¡Enséñame tus decretos!
27 Hazme entender el camino de tus preceptos,
y meditaré en tus maravillas.
28 De angustia se me derrite el alma:
susténtame conforme a tu palabra.
29 Manténme alejado de caminos torcidos;
concédeme las bondades de tu ley.
30 He optado por el camino de la fidelidad,
he escogido tus juicios.
31 Yo, Señor, me apego a tus estatutos;
no me hagas pasar vergüenza.
32 Corro por el camino de tus mandamientos,
porque has ampliado mi modo de pensar.
He
33 Enséñame, Señor, a seguir tus decretos,
y los cumpliré hasta el fin.
34 Dame entendimiento para seguir tu ley,
y la cumpliré de todo corazón.
35 Dirígeme por la senda de tus mandamientos,
porque en ella encuentro mi solaz.
36 Inclina mi corazón hacia tus estatutos
y no hacia las ganancias desmedidas.
37 Aparta mi vista de cosas vanas,
dame vida conforme a tu palabra.
38 Confirma tu promesa a este siervo,
como lo has hecho con los que te temen.
39 Líbrame del oprobio que me aterra,
porque tus juicios son buenos.
40 ¡Yo amo tus preceptos!
¡Dame vida conforme a tu justicia!
Vav
41 Envíame, Señor, tu gran amor
y tu salvación, conforme a tu promesa.
42 Así responderé a quien me desprecie,
porque yo confío en tu palabra.
43 No me quites de la boca la palabra de verdad,
pues en tus juicios he puesto mi esperanza.
44 Por toda la eternidad
obedeceré fielmente tu ley.
45 Viviré con toda libertad,
porque he buscado tus preceptos.
46 Hablaré de tus estatutos a los reyes
y no seré avergonzado,
47 pues amo tus mandamientos,
y en ellos me regocijo.
48 Yo amo tus mandamientos,
y hacia ellos elevo mis manos;
¡quiero meditar en tus decretos!
Zayin
49 Acuérdate de la palabra que diste a este siervo tuyo,
palabra con la que me infundiste esperanza.
50 Este es mi consuelo en medio del dolor:
que tu promesa me da vida.
51 Los insolentes me ofenden hasta el colmo,
pero yo no me aparto de tu ley.
52 Me acuerdo, Señor, de tus juicios de antaño,
y encuentro consuelo en ellos.
53 Me llenan de indignación los impíos,
que han abandonado tu ley.
54 Tus decretos han sido mis cánticos
en el lugar de mi destierro.
55 Señor, por la noche evoco tu nombre;
¡quiero cumplir tu ley!
56 Lo que a mí me corresponde
es obedecer tus preceptos.
Jet
57 ¡Mi herencia eres tú, Señor!
Prometo obedecer tus palabras.
58 De todo corazón busco tu rostro;
compadécete de mí conforme a tu promesa.
59 Me he puesto a pensar en mis caminos,
y he orientado mis pasos hacia tus estatutos.
60 Me doy prisa, no tardo nada
para cumplir tus mandamientos.
61 Aunque los lazos de los impíos me aprisionan,
yo no me olvido de tu ley.
62 A medianoche me levanto a darte gracias
por tus rectos juicios.
63 Soy amigo de todos los que te honran,
de todos los que observan tus preceptos.
64 Enséñame, Señor, tus decretos;
¡la tierra está llena de tu gran amor!
Tet
65 Tú, Señor, tratas bien a tu siervo,
conforme a tu palabra.
66 Impárteme conocimiento y buen juicio,
pues yo creo en tus mandamientos.
67 Antes de sufrir anduve descarriado,
pero ahora obedezco tu palabra.
68 Tú eres bueno, y haces el bien;
enséñame tus decretos.
69 Aunque los insolentes me difaman,
yo cumplo tus preceptos con todo el corazón.
70 El corazón de ellos es torpe e insensible,
pero yo me regocijo en tu ley.
71 Me hizo bien haber sido afligido,
porque así llegué a conocer tus decretos.
72 Para mí es más valiosa tu enseñanza
que millares de monedas de oro y plata.
Yod
73 Con tus manos me creaste, me diste forma.
Dame entendimiento para aprender tus mandamientos.
74 Los que te honran se regocijan al verme,
porque he puesto mi esperanza en tu palabra.
75 Señor, yo sé que tus juicios son justos,
y que con justa razón me afliges.
76 Que sea tu gran amor mi consuelo,
conforme a la promesa que hiciste a tu siervo.
77 Que venga tu compasión a darme vida,
porque en tu ley me regocijo.
78 Sean avergonzados los insolentes que sin motivo me maltratan;
yo, por mi parte, meditaré en tus preceptos.
79 Que se reconcilien conmigo los que te temen,
los que conocen tus estatutos.
80 Sea mi corazón íntegro hacia tus decretos,
para que yo no sea avergonzado.
Caf
81 Esperando tu salvación se me va la vida.
En tu palabra he puesto mi esperanza.
82 Mis ojos se consumen esperando tu promesa,
y digo: «¿Cuándo vendrás a consolarme?»
83 Parezco un odre ennegrecido por el humo,
pero no me olvido de tus decretos.
84 ¿Cuánto más vivirá este siervo tuyo?
¿Cuándo juzgarás a mis perseguidores?
85 Me han cavado trampas los insolentes,
los que no viven conforme a tu ley.
86 Todos tus mandamientos son fidedignos;
¡ayúdame!, pues falsos son mis perseguidores.
87 Por poco me borran de la tierra,
pero yo no abandono tus preceptos.
88 Por tu gran amor, dame vida
y cumpliré tus estatutos.
20 Que cada uno permanezca en la condición en que estaba cuando Dios lo llamó. 21 ¿Eras esclavo cuando fuiste llamado? No te preocupes, aunque, si tienes la oportunidad de conseguir tu libertad, aprovéchala. 22 Porque el que era esclavo cuando el Señor lo llamó es un liberto del Señor; del mismo modo, el que era libre cuando fue llamado es un esclavo de Cristo. 23 Ustedes fueron comprados por un precio; no se vuelvan esclavos de nadie. 24 Hermanos, cada uno permanezca ante Dios en la condición en que estaba cuando Dios lo llamó.
25 En cuanto a las personas solteras, no tengo ningún mandato del Señor, pero doy mi opinión como quien por la misericordia del Señor es digno de confianza. 26 Pienso que, a causa de la crisis actual, es bueno que cada persona se quede como está. 27 ¿Estás casado? No procures divorciarte. ¿Estás soltero? No busques esposa. 28 Pero, si te casas, no pecas; y, si una joven se casa, tampoco comete pecado. Sin embargo, los que se casan tendrán que pasar por muchos aprietos, y yo quiero evitárselos.
29 Lo que quiero decir, hermanos, es que nos queda poco tiempo. De aquí en adelante los que tienen esposa deben vivir como si no la tuvieran; 30 los que lloran, como si no lloraran; los que se alegran, como si no se alegraran; los que compran algo, como si no lo poseyeran; 31 los que disfrutan de las cosas de este mundo, como si no disfrutaran de ellas; porque este mundo, en su forma actual, está por desaparecer.
32 Yo preferiría que estuvieran libres de preocupaciones. El soltero se preocupa de las cosas del Señor y de cómo agradarlo. 33 Pero el casado se preocupa de las cosas de este mundo y de cómo agradar a su esposa; 34 sus intereses están divididos. La mujer no casada, lo mismo que la joven soltera, se preocupa de las cosas del Señor; se afana por consagrarse al Señor tanto en cuerpo como en espíritu. Pero la casada se preocupa de las cosas de este mundo y de cómo agradar a su esposo. 35 Les digo esto por su propio bien, no para ponerles restricciones, sino para que vivan con decoro y plenamente dedicados al Señor.
36 Si alguno piensa que no está tratando a su prometida como es debido, y ella ha llegado ya a su madurez, por lo cual él se siente obligado a casarse, que lo haga. Con eso no peca; que se casen. 37 Pero el que se mantiene firme en su propósito, y no está dominado por sus impulsos, sino que domina su propia voluntad, y ha resuelto no casarse con su prometida, también hace bien. 38 De modo que el que se casa con su prometida hace bien, pero el que no se casa hace mejor.
39 La mujer está ligada a su esposo mientras él vive; pero, si el esposo muere, ella queda libre para casarse con quien quiera, con tal de que sea en el Señor. 40 En mi opinión, ella será más feliz si no se casa; y creo que yo también tengo el Espíritu de Dios.
BERTHA
GRACIAS AMADO PADRE POR UNIR NUESTRA FAMILIA , Y QUE CADA BATALLA. NUESTRA SERA DE GRAN VICTORIA PRECIOSO DIOS, GRACIAS.
GRACIAS POR TANTAS VICTORIAS QUE TODAVIA TIENES PARA NOSOTROS SR.SOLO TENEMOS AGRADECIMIENTOS. GRACIAS PORQUE ELLA BATALLA DE. STEVEN. EN SU TRABAJO , SERA VICTORIA AMADO DIOS, SIEMPRE AQUI,
TE AMAMOS.
BERTHA
GRACIAS SEÑOR POR UNIRNOS Y ESTAR A TU LADO BAJO TU DIRECCION EN TODO, , PARA ESPERAR TODAS LAS VICTORIAS QUE TIENES
PARA NOSOTROS. GRACIAS GRACIAS.
TE AMAMOS. SEÑOR TODOPODEROSO.