fbpx
+57 (1) 634 - 6100
Calle 102 No. 14 – 64
Síguenos en:

Diciembre 24 | Bendición para otros

Diciembre 24 | Bendición para otros

Señor te entrego mi corazón y todo lo que hay en él, cuida lo que sale de mi para que sea de bendición a otros.

Esta es la profecía que el profeta Habacuc recibió en visión.

 

La primera queja de Habacuc

 

¿Hasta cuándo, Señor, he de pedirte ayuda
    sin que tú me escuches?
¿Hasta cuándo he de quejarme de la violencia
    sin que tú nos salves?
¿Por qué me haces presenciar calamidades?
    ¿Por qué debo contemplar el sufrimiento?
Veo ante mis ojos destrucción y violencia;
    surgen riñas y abundan las contiendas.
Por lo tanto, se entorpece la ley
    y no se da curso a la justicia.
El impío acosa al justo,
    y las sentencias que se dictan son injustas.

 

La respuesta del Señor

 

«¡Miren a las naciones!
    ¡Contémplenlas y quédense asombrados!
Estoy por hacer en estos días cosas tan sorprendentes
    que no las creerán aunque alguien se las explique.
Estoy incitando a los caldeos,
    ese pueblo despiadado e impetuoso,
que recorre toda la tierra
    para apoderarse de territorios ajenos.
Son un pueblo temible y espantoso,
    que impone su propia justicia y grandeza.
Sus caballos son más veloces que leopardos,
    más feroces que lobos nocturnos.
Su caballería se lanza a todo galope;
    sus jinetes vienen de muy lejos.
    ¡Caen como buitres sobre su presa!
Vienen en son de violencia;
    avanzan sus hordas como el viento del desierto,
    hacen prisioneros como quien recoge arena.
10 Ridiculizan a los reyes,
    se burlan de los gobernantes;
se ríen de toda ciudad amurallada,
    pues construyen terraplenes y la toman.
11 Son un viento que a su paso arrasa todo;
    su pecado es hacer de su fuerza un dios».

 

La segunda queja de Habacuc

 

12 ¡Tú, Señor, existes desde la eternidad!
    ¡Tú, mi santo Dios, eres inmortal!
Tú, Señor, los has puesto para hacer justicia;
    tú, mi Roca, los has puesto para ejecutar tu castigo.
13 Son tan puros tus ojos que no puedes ver el mal;
    no te es posible contemplar el sufrimiento.
¿Por qué entonces toleras a los traidores?
    ¿Por qué guardas silencio
    mientras los impíos se tragan a los justos?
14 Has hecho a los hombres como peces del mar,
    como reptiles que no tienen jefe.
15 Babilonia los saca a todos con anzuelo,
    los arrastra con sus redes,
los recoge entre sus mallas,
    y así se alegra y regocija.
16 Por lo tanto, ofrece sacrificios a sus redes
    y quema incienso a sus mallas,
pues gracias a sus redes su porción es sabrosa
    y su comida es suculenta.
17 ¿Continuará vaciando sus redes
    y matando sin piedad a las naciones?

Me mantendré alerta,
    me apostaré en los terraplenes;
estaré pendiente de lo que me diga,
    de su respuesta a mi reclamo.

 

La respuesta del Señor

 

Y el Señor me respondió:

«Escribe la visión,
    y haz que resalte claramente en las tablillas,
    para que pueda leerse de corrido.
Pues la visión se realizará en el tiempo señalado;
    marcha hacia su cumplimiento, y no dejará de cumplirse.
Aunque parezca tardar, espérala;
    porque sin falta vendrá.

»El insolente no tiene el alma recta,
    pero el justo vivirá por su fe.
Además, la riqueza es traicionera;
    por eso el soberbio no permanecerá.
Pues ensancha su garganta, como el sepulcro,
    y es insaciable como la muerte.
Reúne en torno suyo a todas las naciones
    y toma cautivos a todos los pueblos.
Y estos lo harán objeto de burla
    en sus sátiras y adivinanzas.

»¡Ay del que se hace rico con lo ajeno
    y acumula prendas empeñadas!
    ¿Hasta cuándo seguirá con esta práctica?
¿No se levantarán de repente tus acreedores?
    ¿No se despertarán para sacudirte
    y despojarte con violencia?
Son tantas las naciones que has saqueado
    que los pueblos que se salven te saquearán a ti;
porque es mucha la sangre que has derramado,
    y mucha tu violencia contra este país,
    contra esta ciudad y sus habitantes.

»¡Ay del que llena su casa de ganancias injustas
    en un intento por salvar su nido
    y escapar de las garras del infortunio!

10 »Son tus maquinaciones la vergüenza de tu casa:
    exterminaste a muchas naciones,
    pero causaste tu propia desgracia.
11 Por eso hasta las piedras del muro claman,
    y resuenan las vigas del enmaderado.

12 »¡Ay del que construye una ciudad con asesinatos
    y establece un poblado mediante el crimen!
13 ¿No ha determinado el Señor Todopoderoso
    que los pueblos trabajen para el fuego
    y las naciones se fatiguen por nada?
14 Porque así como las aguas cubren los mares,
    así también se llenará la tierra
    del conocimiento de la gloria del Señor.

15 »¡Ay de ti, que emborrachas a tu prójimo!
    ¡Ay de ti, que lo embriagas con vino
    para contemplar su cuerpo desnudo!
16 Con esto te has cubierto de ignominia y no de gloria.
    ¡Pues bebe también tú, y muestra lo pagano que eres!
¡Que se vuelque sobre ti la copa de la diestra del Señor,
    y sobre tu gloria, la ignominia!
17 ¡Que te aplaste la violencia que cometiste contra el Líbano!
    ¡Que te abata la destrucción que hiciste de los animales!
¡Porque es mucha la sangre que has derramado,
    y mucha tu violencia contra este país,
    contra esta ciudad y sus habitantes!

18 »¿De qué sirve una imagen,
    si quien la esculpe es un artesano?
¿De qué sirve un ídolo fundido,
    si tan solo enseña mentiras?
El artesano que hace ídolos que no pueden hablar
    solo está confiando en su propio artificio.
19 ¡Ay del que le dice al madero: “Despierta”,
    y a la piedra muda: “Levántate”!
Aunque están recubiertos de oro y plata,
    nada pueden enseñarle,
    pues carecen de aliento de vida.
20 En cambio, el Señor está en su santo templo;
    ¡guarde toda la tierra silencio en su presencia!»

 

La oración de Habacuc

 

Oración del profeta Habacuc. Según sigionot.

Señor, he sabido de tu fama;
    tus obras, Señor, me dejan pasmado.
Realízalas de nuevo en nuestros días,
    dalas a conocer en nuestro tiempo;
    en tu ira, ten presente tu misericordia.

De Temán viene Dios,
    del monte de Parán viene el Santo.
            Selah
Su gloria cubre el cielo
    y su alabanza llena la tierra.
Su brillantez es la del relámpago;
    rayos brotan de sus manos;
    ¡tras ellos se esconde su poder!
Una plaga mortal lo precede,
    un fuego abrasador le sigue los pasos.
Se detiene, y la tierra se estremece;
    lanza una mirada, y las naciones tiemblan.
Se desmoronan las antiguas montañas
    y se desploman las viejas colinas,
    pero los caminos de Dios son eternos.
He visto afligidos los campamentos de Cusán,
    y angustiadas las moradas de Madián.

¿Te enojaste, oh Señor, con los ríos?
    ¿Estuviste airado contra las corrientes?
¿Tan enfurecido estabas contra el mar
    que cabalgaste en tus caballos
    y montaste en tus carros victoriosos?
Descubriste tu arco,
    llenaste de flechas tu aljaba. Selah
Tus ríos surcan la tierra;
10     las montañas te ven y se retuercen.
Pasan los torrentes de agua,
    y ruge el abismo, levantando sus manos.
11 El sol y la luna se detienen en el cielo
    por el fulgor de tus veloces flechas,
    por el deslumbrante brillo de tu lanza.
12 Indignado, marchas sobre la tierra;
    lleno de ira, trillas a las naciones.

13 Saliste a liberar a tu pueblo,
    saliste a salvar a tu ungido.
Aplastaste al rey de la perversa dinastía,
    ¡lo desnudaste de pies a cabeza! Selah
14 Con tu lanza les partiste la cabeza a sus guerreros,
    que enfurecidos querían dispersarme,
que con placer arrogante se lanzaron contra mí,
    como quien se lanza contra un pobre indefenso.
15 Pisoteaste el mar con tus corceles,
    agitando las inmensas aguas.

16 Al oírlo, se estremecieron mis entrañas;
    a su voz, me temblaron los labios;
la carcoma me caló en los huesos,
    y se me aflojaron las piernas.
Pero yo espero con paciencia
    el día en que la calamidad
    vendrá sobre la nación que nos invade.
17 Aunque la higuera no florezca,
    ni haya frutos en las vides;
aunque falle la cosecha del olivo,
    y los campos no produzcan alimentos;
aunque en el aprisco no haya ovejas,
    ni ganado alguno en los establos;
18 aun así, yo me regocijaré en el Señor,
    ¡me alegraré en Dios, mi libertador!

19 El Señor omnipotente es mi fuerza;
    da a mis pies la ligereza de una gacela
    y me hace caminar por las alturas.

Al director musical. Sobre instrumentos de cuerda.

Siete ángeles con siete plagas

 

15 Vi en el cielo otra señal grande y maravillosa: siete ángeles con las siete plagas, que son las últimas, pues con ellas se consumará la ira de Dios. Vi también un mar como de vidrio mezclado con fuego. De pie, a la orilla del mar, estaban los que habían vencido a la bestia, a su imagen y al número de su nombre. Tenían las arpas que Dios les había dado, y cantaban el himno de Moisés, siervo de Dios, y el himno del Cordero:

«Grandes y maravillosas son tus obras,
    Señor, Dios Todopoderoso.
Justos y verdaderos son tus caminos,
    Rey de las naciones.
¿Quién no te temerá, oh Señor?
    ¿Quién no glorificará tu nombre?
Solo tú eres santo.
Todas las naciones vendrán
    y te adorarán,
porque han salido a la luz
    las obras de tu justicia».

Después de esto miré, y en el cielo se abrió el templo, el tabernáculo del testimonio. Del templo salieron los siete ángeles que llevaban las siete plagas. Estaban vestidos de lino limpio y resplandeciente, y ceñidos con bandas de oro a la altura del pecho. Uno de los cuatro seres vivientes dio a cada uno de los siete ángeles una copa de oro llena del furor de Dios, quien vive por los siglos de los siglos. El templo se llenó del humo que procedía de la gloria y del poder de Dios, y nadie podía entrar allí hasta que se terminaran las siete plagas de los siete ángeles.

Es Navidad | Marcos Witt

Procura que todo lo que salga de ti hoy sea de bendición para otros. #ConDiosSiempreEnContacto

Entradas relacionadas
4 Comentarios
Orlando Castro De La Rosa

Hoy es un día para celebrar las bendiciones del Señor y dar gracias, a sido una época difícil, muchas familias han sufrido pérdidas, fracasos, separaciones pero son pruebas a las que tenemos que sobrevivir y un motivo más para hacercarnos a Dios, y ser en verdad agradecidos de poder estar hoy aquí para celebrar, pero también tenemos que pedir por todos los que no pudieron estar y por qué la familia se vuelva a unir en torno a la palabra, más que regalos o cenas debemos agradecer y pedir por nuestro prójimo muchas bendiciones y paz en nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Claudia+Patricia+Sierra+Díaz

Navidad, significa Salvación, redención, amor infinito y paz.

BERTHA

GRACIAS PAPITO DIOS POR TENER NUESTROS CORAZONES Y CUIDAR DE EL, GRACIAS POR CUIDAR TODO LO QUE SALE Y SER
BENDICIONES PARA OTROS. GRACIAS,GRACIAS. SOLO TU LO HACES TE AMAMOS.

BERTHA

GRACIAS SEÑOR PORQUE TODO LO QUE SALGA DE TI , SIEMPRE BENDECIDOS POR SIEMPRE GRACIAS GRACIAS AMADO PADRE.

Deja tu comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos obligatorios están marcados con *