+57 (1) 634 - 6100
Calle 102 No. 14 – 64
Síguenos en:

Día 24: El orgullo destruye, la humildad construye

Día 24: El orgullo destruye, la humildad construye

No sean egoístas; no traten de impresionar a nadie. Sean humildes, es decir, considerando a los demás como mejores que ustedes. 

Filipenses 2:3 (NTV)

El orgullo destruye las relaciones. Se evidencia de muchas maneras diferentes, como la crítica, la competencia, la terquedad o la superficialidad. El problema con el orgullo es que te engañas a ti mismo.

Todos los demás pueden verlo en nosotros, menos nosotros. Cuando tienes un problema con el orgullo, no lo ves en tu vida. Proverbios 16:18 dice: “El orgullo va delante de la destrucción, y la arrogancia antes de la caída” (NTV).

El orgullo destruye las relaciones, pero la humildad es el antídoto contra el orgullo. La humildad construye relaciones.

La Biblia dice en 1 Pedro 3:8: “Todos deben ser de un mismo parecer. Tengan compasión unos de otros. Ámense como hermanos y hermanas. Sean de buen corazón y mantengan una actitud humilde” (NTV).

¿Cómo podemos crecer en humildad? Sucede al permitir que Jesucristo comience a controlar nuestros pensamientos, corazones, actitudes y reacciones. Jesucristo tiene que ser parte de esto.

Efesios 4:23-24 dice: “Dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes. Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo” (NTV).

Si quieres tener más humildad, pasa tiempo con Jesucristo. Él es humilde. Él quiere una relación contigo. Jesucristo quiere que pases tiempo con Él en oración, leyendo su Palabra y hablando con Él.

Jesucristo es humilde y a medida que lo conozcas, te volverás más como Él. “No sean egoístas; no traten de impresionar a nadie. Sean humildes, es decir, considerando a los demás como mejores que ustedes… Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús. Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse” Filipenses 2:3, 5-6 (NTV).

Nadie ha hecho nada más humilde que Jesús, viniendo del cielo a la tierra para hacerse hombre, vivir por nosotros, dar su vida por nosotros y resucitar por nosotros.

Cuando pasas tiempo con Él, te vuelves más humilde y eso construye tus relaciones.

Oremos: Amado Padre celestial, confieso que he sido orgulloso muchas veces. Entiendo que no he seguido tu ejemplo para nosotros y que anhelas que tengamos un corazón humilde. Hoy decido trabajar en esta área. Perdóname si no lo he hecho bien. Te pido ayuda para poder caminar a tu lado y que a través de tu Palabra me sigas enseñando a caminar con un corazón transformado para ti. Amén.

Regresar
Entradas relacionadas
Deja tu comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos obligatorios están marcados con *