La palabra “unidad” viene de la palabra hebrea yàhadh, que significa “la acción de estar de acuerdo y en armonía” o en el griego, henótes el cual significa “la acción de tener los mismos pensamientos, sentimientos, y propósitos”. Se usa en el Antiguo Testamento en el sentido de unión de personas (Génesis 13:6), compañerismo (Jueces 19:6), y alabanza (Salmo 34:3). La palabra en el Nuevo Testamento comunica la unidad de la fe que junta a las personas de Dios (Efesios 4:13).
Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí. Permite que alcancen la perfección en la unidad, y así el mundo reconozca que tú me enviaste y que los has amado a ellos tal como me has amado a mí. Juan 17:22-23.
Hoy vivimos en nuestros países tiempos de división, lastimosamente el mundo está dividido por la política, por las religiones, por cuestiones raciales, por las opiniones, etc., pero nuestro Señor Jesucristo nos permite conocer por medio de su Palabra cuál es su anhelo para su pueblo, para su iglesia: QUE TENGAMOS UNIDAD, QUE SEAMOS UNO, así como nuestro Dios es perfecto en unidad, es decir que aun en este tiempo de división y de falta de unidad, nuestro Dios desea que sus hijos estén unidos, es decir, que seamos agentes de unidad, no de división. Este es el llamado que se nos hace como iglesia en el Nuevo Testamento.
Les suplico, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos vivan en armonía y que no haya divisiones entre ustedes, sino que se mantengan unidos en un mismo pensar y en un mismo propósito. 1 Corintios 1:10.
- Nos unimos por causa del dolor. Si hay algo que nos une a los seres humanos es el dolor, las familias se unen por el dolor de la pérdida de un ser querido, por la enfermedad, etc.
- Nos unimos por causa de la solidaridad: Nos unimos por solidaridad a las necesidades de los demás, por solidaridad a los que están sufriendo, a los que están pasando escasez, a los que han perdido todo, etc.
- Nos unimos por causa de las injusticias: Las personas se unen para levantar su voz y protestar, para exigir, para señalar las injusticias que se han cometido y pedir que se haga justicia, como lo hemos visto estos últimos días en los Estados Unidos.
La Palabra de Dios nos muestra cinco beneficios de la unidad:
- En la unidad hay victoria. El resto de las tropas las puso al mando de su hermano Abisay, para que enfrentaran a los amonitas. A Abisay le ordenó: «Si los arameos pueden más que yo, tú vendrás a rescatarme; y si los amonitas pueden más que tú, yo te rescataré. ¡Ánimo! Luchemos con valor por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro Dios. ¡Y que el Señorhaga lo que bien le parezca!». 1 Crónicas 19:11-13.
Cuando peleamos juntos nuestras batallas no hay enemigo más grande, ni los amonitas ni los sirios podrán vencernos pues el Dios que pelea por nosotros siempre gana.
2. En la unidad hay avance. Continuamos con la reconstrucción y levantamos la muralla hasta media altura, pues el pueblo trabajó con entusiasmo. Nehemías 4:6.
Cuando el pueblo del Señor se une, se logran muchas cosas. El buen ánimo se contagia en la unidad.
- 3. En la unidad hay fortaleza. Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente! Eclesiastés 4:12.
Hay que ser hermanos en la iglesia, pero también amigos fuera de ella. Tener un hermano (amigo) en el que puedas confiar. En la unión está la fuerza.
- En la unidad hay paz y bendición. ¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos convivan en armonía! Salmo 133:1.
Los discípulos recibieron la bendición cuando juntos esperaron la promesa.
- En la unidad hay poder. Además les digo que, si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les será concedida por mi Padre que está en el cielo. Mateo 18:19.
Necesitamos los unos de los otros para alcanzar las metas, y todos nosotros necesitamos a Cristo para llegar al cielo.
Podemos darnos cuenta como seres humanos que hay muchas motivaciones por las cuales nos unimos, independientemente de la denominación, afinidad política, raza, pensamiento, etc. Dispón tu corazón y bendice a otros por medio de la unidad.
Reto:
Ora y trabaja en algún área que te sea difícil y que te impida ser agente de unidad, pídele a Dios estrategias para poder cambiarlas y conseguir trabajar en unidad donde Dios desee ubicarte.
Oremos:
Amado Padre celestial. Te doy gracias porque me haces consciente que soy tu hijo, y como hijo pertenezco a la familia de Cristo y debo vivir en unidad. Perdóname cuando no he sido generador de unidad con mis hermanos, renuncio a querer vivir apartado, quiero vivir en comunidad para crecer, servirnos los unos a los otros y para generar una fuerza que siga siendo fundamental como cristianos en la sociedad en nuestra nación. Sé que en la unidad hay bendición y en el acuerdo vives tú. Me comprometo contigo a estar dispuesto de corazón a generar unidad en mi familia, en la iglesia, en mi nación. Amén.