Rev. Hernán D. Estrada | Sketchnotes llanogrande
Nuestro Padre celestial desea que sus hijos prosperen. Como podríamos negar esta verdad. Ahora, la prosperidad no debe ser vista como un fin en sí misma, sino como el resultado de la vida que llevamos, de la fe que proclamamos, de la relación con el DIOS en el que hemos creído.