1 Por tanto, no tienes excusa tú, quienquiera que seas, cuando juzgas a los demás, pues al juzgar a otros te condenas a ti mismo, ya que practicas las mismas cosas.
Por tanto, ya que estamos rodeados de tan gran nube de testigos, despojémonos de todo lo que estorba y del pecado que tan fácilmente nos enreda. Y corramos con perseverancia la carrera que nos ha sido señalada
Piensa en esta pregunta: ¿Cómo aprender y enseñar que en los buenos tiempos seguimos dependiendo de Dios? ¿Por qué el modelo que Dios manda es que el papá enseñe en casa?