El SEÑOR te guiará siempre; te saciará en tierras resecas y fortalecerá tus huesos. Serás como jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan.
1 Un día, los miembros de la comunidad de los profetas le dijeron a Eliseo: —Como puede ver, el lugar donde ahora vivimos con usted nos resulta pequeño.