4 Ciertamente él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores, pero nosotros lo consideramos herido, golpeado por Dios y humillado. 5 Él fue traspasado por nuestras rebeliones y molido por nuestras iniquidades. Sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz y gracias a sus heridas fuimos sanados.
Cuando nos enfrentemos a situaciones tensas, que nos generen estrés, ansiedad, tristeza, desesperación, angustia, temor, miedos, etc… debemos pronto tratar de salir de allí, a través de esa “soga” de salvación que viene hacer su palabra.
Procedimiento para despojarnos rápido de una situación estresante:
- Alégrense siempre en el Señor, instisto ¡alégrense!
- Que su amabilidad sea evidente a todos. El Señor está cerca
- No se inquieten por nada: más bien en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios, y denle gracias
- Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento cuirdará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús