10 Pero si Cristo está en ustedes, el cuerpo está muerto a causa del pecado, pero el Espíritu que está en ustedes es vida a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que vive en ustedes.
Algunos hoy en día luchan con problemas de carne tales como la crítica, la inmoralidad, los
malos deseos; otros, se van más por lo relativo que por lo absoluto; viven en el plano natural,
no ven la obra de Dios en sus vidas, viven atados a las cosas del mundo; no desarrollan ni
experimentan el poder del Espíritu Santo; me recuerda a Carlos Figueroa, luego de ser
liberado por la guerrilla se le dificultaba dormir en la cama, se tendía al piso y con sueño ligero
a causa de posibles asedios FFMM.
Como ya nuestra vida ha muerto al pecado, no somos aquellos que éramos, hemos sido
regenerados, nuevas creaturas en la cuales El Espíritu de Dios nos provee de vida y fortaleza,
reconozcamos ese poder que obra por medio nuestro.
Rev. Jaime A. Blanco