8 así nosotros, por el cariño que les tenemos, nos deleitamos en compartir con ustedes no solo el evangelio de Dios, sino también nuestra vida. ¡Tanto llegamos a quererlos!
No importa de donde venga nuestro dolor, si lo originamos nosotros mismos, otras personas o son ataques de enemigo para dañarnos. Dios lo puede usar para nuestro bien en nuestra vida.
- Dios usa el dolor para guiarme y dirigirme
- Dios usa el dolor para incitarme y corregirme
- Dios usa el dolor para probarme y examinarme
- Dios usa el dolor para cuidarme y protegerme
- Dios usa el dolor para hacerme crecer y perfeccionarme