1En ti, Señor, busco refugio;
jamás permitas que me avergüencen.
Por tu justicia, líbrame.
2Inclina a mí tu oído
y acude pronto a socorrerme.
Sé tú mi roca de refugio,
la fortaleza de mi salvación.
En medio de los problemas debemos recordar que cuando nos acercamos a Dios encontramos descanso y aliento para nuestra alma.
- Nos cansamos de esperar
- Nos cansamos de estudiar y aprender
- Nos cansamos de luchar contra los demonios
- Nos cansamos de la persecución
El fortalecedor incansable
- Buscar a Dios
- Atendiendo la invitación de Jesús