1 Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense! 2 Que su amabilidad sea evidente a todos. El Señor está cerca.
Alegrémonos en el Señor, todos tenemos luchas, pero podemos vivir una vida alegre en y a pesar de, manteniendo nuestros ojos puestos en Jesús.
- Generalidades
- Animémonos… Él es un vencedor
- El antídoto al desánimo
- Muchísimo más que vencedores 5. Preocupación cristiana