Señor en medio de la angustia quiero escuchar tu voz, hoy inclina tu oído y escucha mi oración.
Ay de Efraín
28 ¡Ay de la altiva corona de los borrachos de Efraín,
de la flor marchita de su gloriosa hermosura,
que está sobre la cumbre de un valle fértil!
¡Ay de los abatidos por el vino!
2 Miren, el Señor cuenta con alguien
que es fuerte y poderoso:
Este echará todo por tierra con violencia,
como tormenta de granizo,
como tempestad destructora,
como tormenta de aguas torrenciales,
como torrente desbordado.
3 La altiva corona de los borrachos de Efraín
será pisoteada.
4 Esa flor marchita de su gloriosa hermosura,
sobre la cumbre de un valle fértil,
será como higo maduro antes de la cosecha:
apenas alguien lo ve y lo tiene en la mano,
se lo traga.
5 En aquel día el Señor Todopoderoso
será una hermosa corona,
una diadema gloriosa
para el remanente de su pueblo.
6 Él infundirá espíritu de justicia
al que se sienta en el tribunal,
y valor a los que rechazan
los asaltos a la puerta.
7 También sacerdotes y profetas
se tambalean por causa del vino,
trastabillan por causa del licor;
quedan aturdidos con el vino,
tropiezan a causa del licor.
Cuando tienen visiones, titubean;
cuando toman decisiones, vacilan.
8 ¡Sí, regadas de vómito están todas las mesas,
y no queda limpio ni un solo lugar!
9 «¿A quién creen que están enseñando?
¿A quién le están explicando su mensaje?
¿Creen que somos niños recién destetados,
que acaban de dejar el pecho?
10 ¿Niños que repiten:
“a-b-c-d-e, a-e-i-o-u,
un poquito aquí, un poquito allá”?»
11 Pues bien, Dios hablará a este pueblo
con labios burlones y lenguas extrañas,
12 pueblo al que dijo:
«Este es el lugar de descanso;
que descanse el fatigado»;
y también:
«Este es el lugar de reposo».
¡Pero no quisieron escuchar!
13 Pues la palabra del Señor
para ellos será también:
«a-b-c-d-e, a-e-i-o-u,
un poquito aquí, un poquito allá».
Para que se vayan de espaldas cuando caminen,
y queden heridos, enredados y atrapados.
14 Por tanto, gobernantes insolentes
de este pueblo de Jerusalén,
escuchen la palabra del Señor:
15 Ustedes dicen: «Hemos hecho un pacto con la muerte,
hemos hecho una alianza con el sepulcro.
Cuando venga una calamidad abrumadora,
no nos podrá alcanzar,
porque hemos hecho de la mentira nuestro refugio
y del engaño nuestro escondite».
16 Por eso dice el Señor omnipotente:
«¡Yo pongo en Sión una piedra probada!,
piedra angular y preciosa para un cimiento firme;
el que confíe no andará desorientado.
17 Pondré como nivel la justicia,
y la rectitud como plomada.
El granizo arrasará con el refugio de la mentira,
y las aguas inundarán el escondite.
18 Se anulará el pacto que hicieron con la muerte,
quedará sin efecto su alianza con el sepulcro.
Cuando venga la calamidad abrumadora,
a ustedes los aplastará.
19 Cada vez que pase, los arrebatará;
pasará mañana tras mañana, de día y de noche».
La comprensión de este mensaje
causará terror absoluto.
20 La cama es demasiado estrecha para estirarse en ella,
la manta es demasiado corta para envolverse en ella.
21 Sí, el Señor se levantará como en el monte Perasín,
se moverá como en el valle de Gabaón;
para llevar a cabo su extraña obra,
para realizar su insólita tarea.
22 Ahora bien, dejen de burlarse,
no sea que se aprieten más sus cadenas;
porque me ha hecho saber el Señor,
el Señor Todopoderoso,
acerca de la destrucción decretada
contra todo el país.
23 Escuchen, oigan mi voz;
presten atención, oigan mi palabra:
24 Cuando un agricultor ara para sembrar,
¿lo hace sin descanso?
¿Se pasa todos los días rompiendo y rastrillando su terreno?
25 Después de que ha emparejado la superficie,
¿no siembra eneldo y esparce comino?
¿No siembra trigo en hileras,
cebada en el lugar debido,
y centeno en las orillas?
26 Es Dios quien lo instruye
y le enseña cómo hacerlo.
27 Porque no se trilla el eneldo con rastrillo,
ni sobre el comino se pasa una rueda de carreta,
sino que el eneldo se golpea con una vara,
y el comino con un palo.
28 El grano se tritura, pero no demasiado,
ni tampoco se trilla sin descanso.
Se le pasan las ruedas de la carreta,
pero los caballos no lo trituran.
29 También esto viene del Señor Todopoderoso,
admirable por su consejo
y magnífico por su sabiduría.
Ay de la Ciudad de David
29 ¡Ay, Ariel, Ariel,
ciudad donde acampó David!
Añadan a un año otro año más,
y que prosiga el ciclo de las fiestas.
2 Pero a Ariel la sitiaré;
habrá llanto y lamento,
y será para mí como un brasero del altar.
3 Acamparé contra ti, y te rodearé;
te cercaré con empalizadas,
y levantaré contra ti torres de asalto.
4 Humillada, desde el suelo elevarás tu voz;
tu palabra apenas se levantará del polvo.
Saldrá tu voz de la tierra
como si fuera la de un fantasma;
tu palabra, desde el polvo,
apenas será un susurro.
5 Pero la multitud de tus enemigos
quedará hecha polvo fino,
y la multitud de despiadados
será como la paja que se lleva el viento.
De repente, en un instante,
6 vendrá contra ti el Señor Todopoderoso;
vendrá con truenos, terremotos
y gran estruendo,
vendrá con una violenta tormenta
y con devoradoras llamas de fuego.
7 La multitud de todas las naciones
que batallan contra Ariel,
todos los que luchan contra ella
y contra su fortaleza,
aquellos que la asedian,
serán como un sueño,
como una visión nocturna.
8 Como el hambriento que sueña que está comiendo,
pero despierta y aún tiene hambre;
como el sediento que sueña que está bebiendo,
pero despierta y la sed le reseca la garganta.
Así sucederá con la multitud de todas las naciones
que luchan contra el monte Sión.
9 Pierdan el juicio, quédense pasmados,
pierdan la vista, quédense ciegos;
embriáguense, pero no con vino;
tambaléense, pero no por el licor.
10 El Señor ha derramado sobre ustedes
un espíritu de profundo sueño;
a los profetas les cubrió los ojos,
a los videntes les tapó la cara.
11 Para ustedes, toda esta visión no es otra cosa que palabras en un rollo de pergamino sellado. Si le dan el rollo a alguien que sepa leer, y le dicen: «Lea esto, por favor», este responderá: «No puedo hacerlo; está sellado». 12 Y, si le dan el rollo a alguien que no sepa leer, y le dicen: «Lea esto, por favor», este responderá: «No sé leer».
13 El Señor dice:
«Este pueblo me alaba con la boca
y me honra con los labios,
pero su corazón está lejos de mí.
Su adoración no es más que un mandato
enseñado por hombres.
14 Por eso, una vez más asombraré a este pueblo
con prodigios maravillosos;
perecerá la sabiduría de sus sabios,
y se esfumará la inteligencia de sus inteligentes».
15 ¡Ay de los que, para esconder sus planes,
se ocultan del Señor en las profundidades;
cometen sus fechorías en la oscuridad, y piensan:
«¿Quién nos ve? ¿Quién nos conoce?»!
16 ¡Qué manera de falsear las cosas!
¿Acaso el alfarero es igual al barro?
¿Acaso le dirá el objeto al que lo modeló:
«Él no me hizo»?
¿Puede la vasija decir del alfarero:
«Él no entiende nada»?
17 Muy pronto el Líbano
se convertirá en campo fértil,
y el campo fértil se convertirá en bosque.
18 En aquel día podrán los sordos
oír la lectura del rollo,
y los ojos de los ciegos podrán ver
desde la oscuridad y la penumbra.
19 Los pobres volverán a alegrarse en el Señor,
los más necesitados se regocijarán en el Santo de Israel.
20 Se desvanecerán los despiadados,
desaparecerán los insolentes,
y todos los que no duermen para hacer el mal
serán exterminados;
21 los que con una palabra hacen culpable a una persona,
los que en el tribunal ponen trampas al defensor
y con engaños perjudican al indefenso.
22 Por eso, el Señor, el redentor de Abraham, dice así a los descendientes de Jacob:
«Jacob ya no será avergonzado,
ni palidecerá su rostro.
23 Cuando él vea a sus hijos,
y la obra de mis manos en medio de él,
todos ellos santificarán mi nombre;
santificarán al Santo de Jacob,
y temerán al Dios de Israel.
24 Los de espíritu extraviado recibirán entendimiento;
y los murmuradores aceptarán ser instruidos».
Plena confianza en Cristo
3 Por lo demás, hermanos míos, alégrense en el Señor. Para mí no es molestia volver a escribirles lo mismo, y a ustedes les da seguridad.
2 Cuídense de esos perros, cuídense de esos que hacen el mal, cuídense de esos que mutilan el cuerpo. 3 Porque la circuncisión somos nosotros, los que por medio del Espíritu de Dios adoramos, nos enorgullecemos en Cristo Jesús y no ponemos nuestra confianza en esfuerzos humanos. 4 Yo mismo tengo motivos para tal confianza. Si cualquier otro cree tener motivos para confiar en esfuerzos humanos, yo más: 5 circuncidado al octavo día, del pueblo de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de pura cepa; en cuanto a la interpretación de la ley, fariseo; 6 en cuanto al celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que la ley exige, intachable.
7 Sin embargo, todo aquello que para mí era ganancia, ahora lo considero pérdida por causa de Cristo. 8 Es más, todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, a fin de ganar a Cristo 9 y encontrarme unido a él. No quiero mi propia justicia que procede de la ley, sino la que se obtiene mediante la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios, basada en la fe. 10 Lo he perdido todo a fin de conocer a Cristo, experimentar el poder que se manifestó en su resurrección, participar en sus sufrimientos y llegar a ser semejante a él en su muerte. 11 Así espero alcanzar la resurrección de entre los muertos.
Ciudadanos del cielo
12 No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí. 13 Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, 14 sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús.
15 Así que, ¡escuchen los perfectos! Todos debemos tener este modo de pensar. Y, si en algo piensan de forma diferente, Dios les hará ver esto también. 16 En todo caso, vivamos de acuerdo con lo que ya hemos alcanzado.
17 Hermanos, sigan todos mi ejemplo, y fíjense en los que se comportan conforme al modelo que les hemos dado. 18 Como les he dicho a menudo, y ahora lo repito hasta con lágrimas, muchos se comportan como enemigos de la cruz de Cristo. 19 Su destino es la destrucción, adoran al dios de sus propios deseos y se enorgullecen de lo que es su vergüenza. Solo piensan en lo terrenal. 20 En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo. 21 Él transformará nuestro cuerpo miserable para que sea como su cuerpo glorioso, mediante el poder con que somete a sí mismo todas las cosas.
Patricia+RubianoPerez
Señor no somos perfectos, hemos pecado contra ti ,perdona nuestras ofensas,que tú amor nos guíe en todo momento .Aleja de nuestro camino a Satanás para confundirnos y crear inseguridad. .Se mi roca protectora y que tu presencia guarde mi vida y pueda ser cada día una mejor persona .
Aleja aquellas personas que hacen el mal y envuelven con su lengua .Apartarlas de nuestro camino y se mi guía espiritual en todo momento y pueda estar en tu divina protección para hacer realmente lo q tú quieres que haga. Amen
Eduardo Rodríguez Pérez
Señor todo Poderoso, permite que escuche tu voz, para tomar las buenas desiciones y que tu guía sea una constante practica en mi diario vivir,ilumina mi sendero para lograr la salvación eterna, Amen
Carlos Iván Molina Roa
En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo. 21 Él transformará nuestro cuerpo miserable para que sea como su cuerpo glorioso, mediante el poder con que somete a sí mismo todas las cosas. Amen
Señor, ayúdanos a vivir en este mundo, conforme tu quieres que lo hagamos. Que en este mundo, podamos vivir conforme tu voluntad, pero que no nos falte el amor y la obediencia, pensando en la eternidad. Lo oramos en el nombre de Jesús. Amén.
BERTHA
GRACIAS PAPITO DIOS PORQUE EN. NUESTRA ANGUSTIA ESCUCHAMOS TU VOZ, GRACIAS POR SIEMPRE OIR NUESTRAS
ORACIONES, TE AMAMOS.